Quién disfruta de un sencillo rape fresco a la plancha sabe que este pescado necesita pocos aderezos para convertirse en un auténtico manjar. Y decimos sencillo porque la cocción que necesita este pescado blanco es mínima. Pero hay muchas más posibilidades a la hora de cocinarlo, de hecho se nos ocurren al menos cuatro formas más que permiten prepararlo sin complicaciones y que que nos servirán para sacarle el máximo partido a su delicioso sabor.
Las 6 mejores formas de cocinar rape
1. Rape en sopas y caldos
El rape es un candidato ideal para hacer sopas y caldos de pescado. Su cabeza y su espina son ideales para preparar fondos que nos sirvan para otras elaboraciones y también como base para estas sopas y cremas de pescado. Puedes utilizarlo también con raspas de otros pescados así como con cabezas de gambas o de cualquier otro tipo de marisco.
Lo ideal es dorarlo antes en la olla, con un poco de cebolla, zanahoria, puerro... para así potenciar todo su sabor, especialmente si también vas a utilizar marisco. Si quieres, puedes añadir también un poco de vino blanco y cuando se evapore, añadir el agua. Parte siempre de agua fría y una vez empiece a hervir, ten la sopa al fuego un mínimo de 20 minutos.
Tienes también la opción de triturar el caldo con la batidora eléctrica y luego colarlo muy bien para retirar cualquier tipo de resto de espinas o cabezas de marisco que pueda haber quedado. A partir de aquí, puedes utilizar tu caldo de pescado para lo quieras. Transformarlo en una sopa es muy fácil, solo hay que añadir fideos (le van mejor los más gruesos) o arroz y los trocitos de rape junto con los cuerpos del marisco.
2. Rape frito o rebozado
No todos los tipos de pescado son aptos para freír pero el rape sí que admite que lo rebocemos y lo friamos en aceite. De hecho, el pixín rebozado es uno de los aperitivos más típicos de Asturias. Al igual que con el cazón, lo ideal es adobarlo para ablandar un poco su carne, pero es un adobo mucho más sencillo. Basta con laminar un diente de ajo, exprimir medio limón y dejar el pescado cortado en trocitos macerando en esta mezcla unos 20 minutos.
Después hay que rebozarlo, primero se pasa por harina y luego por huevo batido (a la romana) para freírlo en acetite de oliva de sabor suave pero bien caliente. Una vez hecho podemos servirlo junto a todo tipo de acompañamientos y salsas. La mayonesa le va especialmente bien (mira nuestro vídeo para que te salga perfecta y, si tienes alguna intolerancia al huevo, la leche... mira cómo hacer mayonesa especial),pero con unas gotitas de limón también está delicioso.
3. Guisos de rape
Una de las mejores formas de disfrutar del rape es guisarlo. Los guisos y calderetas de pescado son siempre un acierto y admiten todo tipo de variaciones. En este caso partiremos del caldo de pescado y cuando hayamos hecho ya un buen sofrito y añadido un majado y los trozos de otros pescados que necesiten más cocción, se añade el rape, crudo, y se deja cocinar durante los últimos 10 minutos.
4. Rape a la plancha o asado (al horno o a la brasa)
Cualquier pescado a la plancha está rico pero hay trucos para que quede mucho mejor. En primer lugar, tienes que secarlo muy bien con papel absorbente después de lavarlo, no le retires la piel para que no quede seco, ponlo en la sartén cuando esta esté ya bien caliente y sobre todo, no uses demasiado aceite. En lugar de poner el aceite en la sartén, embadurna el pescado, solo cogerá lo que necesite. Algunos cocineros también recomiendan hacerlo solo por un lado y darle la vuelta solo para dorar ambos lados.
Con un poco de sal y quizá alguna hierba aromática tendrás más que suficiente para disfrutar del rape. No obstante, esta manera de cocinarlo siempre puede ser un paso previo para incorporar el pescado a algunas recetas como estas.
El horno es también un gran aliado para cocinar este pescado y entraña la misma o incluso menor dificultad que la de hacerlo a la plancha, solo hay que ponerlo sobre una bandeja con papel sulfurizado y agregar sal, un poco de aceite y esperar a que se haga. Y, si tienes barbacoa, un rape marcado en la parrilla, vuelta y vuelta, es manjar de dioses.
5. En fideuás o arroces con rape
El pescado, cualquiera, y el arroz o los fideos se llevan de maravilla y no es raro ver rape en alguna de estas elaboraciones. En este caso, el caldo nos va a ser tan útil como su carne y es que cocinar una paella o una fideuá con un buen fondo de pescado es esencial para que quede rico. Los trozos de rape se incorporan en los últimos minutos de cocción para que no queden pasados.
6. Ceviche y sushi de rape
El rape también se puede consumir crudo pero como es una carne muy firme lo ideal es macerarlo en algún ácido como el limón, como se hace con el ceviche, o cubrirlo de sal gorda durante una media hora si lo que queremos es tomar sashimi o nigiri, dos tipos de sushi en los que puede quedar de maravilla.