Corinna zu Sayn-Wittgenstein, más conocida como Corinna Larsen, es una empresaria alemana que se encuentra en el ojo del huracán tras destaparse su romance de ocho años con el rey Juan Carlos I.
Nació en Frankfurt el 28 de enero de 1964. Ambiciosa, seductora, fría, elegante e inteligente, así la consideran los que la conocen. Durante su infancia, veraneaba con sus padres en Marbella donde se relacionaba con multitud de personas poderosas.
En Ginebra estudió Relaciones Internacionales y en París conoció a su primer marido, un empresario inglés llamado Philip Adkins. Se convirtieron en marido y mujer y fruto de su matrimonio nació Anastasia. Esta relación le permitió a Corinna codearse con la alta sociedad de Londres.
Después, comenzó una relación amorosa con Casimir zu Sayn Wittgenstein, un aristócrata alemán que le otorgó el título nobiliario de princesa que ha utilizado hasta el 2019, a pesar de haberse separado de él en el año 2005. La pareja tiene un hijo en común llamado Alexander Kyril.
Su relación con Juan Carlos I
El rey emérito y Corinna se conocieron en el año 2004 en Ciudad Real, en la fina La Garganta, propiedad del VII duque de Westminster. A partir de este momento, Larse comenzó a acompañar al padre de Felipe VI a todos los viajes que realizaba, tanto de carácter privado como oficial.
En el 2012 llegó el polémico viaje a Botsuana, donde el monarca junto a Corinna, su hijo Alexander y su exmarido Adkins, se fueron de a cazar elefantes. Este suceso propició los rumores sobre el posible romance con el emérito. Tras este viaje, la monarquía se vio salpicada por lo que Juan Carlos tuvo que abdicar. Esto supuso que la estrecha relación que mantenían Corinna y Juan Carlos se enfriase tras ocho intensos años.
Corinna habla ALTO y CLARO
A través de una entrevista concedida a la BBC, la alemana sacó a la luz todos los secretos de su relación con el marido de la reina Sofía después de salir a la luz el escándalo de la comisión de 100 millones, de los cuales 65 fueron a parar a manos de Corinna y su hijo. Sus palabras no han pasado desapercibidas: “El primer año fue más difícil porque yo estaba muy ocupada y él tenía una agenda completa, pero me llamaba hasta diez veces al día. Inmediatamente se convirtió en una relación muy fuerte, profunda y significativa”.
Además, ha destapado su planes de boda: “Yo estaba muy enamorada de él, pero anticipaba -soy estratega política- que iba a ser muy difícil. Pensé que podría desestabilizar la monarquía. Por eso nunca llegué a perseguir la idea de la boda. Solo lo tomé como una prueba de la seriedad de la relación, en lugar de como algo que realmente e fuera a materializar”.
Actualmente, ha vuelto a la carga y está dispuesta a contar toda la verdad: “Creo que el problema reside en el hecho de que a Juan Carlos le protegía la Constitución Española y es inviolable”.
La foto de la discordia
Alexander, según ha contado Pilar Eyre en exclusiva para Lecturas, llamaba papá al rey Juan Carlos y Corinna, sin pensárselo dos veces, publicó una foto de lo más íntima del emérito disfrutando de una barbacoa como nunca antes le habíamos visto: con gorra y bañador fosforito.