Resulta de lo más llamativo que la comparación de la Corinna Larsen (58 años) con Meghan Markle (41 años) haya llegado cuando esta emite su polémico documental. Ambas mujeres han optado por ser ellas mismas las narradoras de sus propias historias, después de que el resto las hayan hecho suyas. Ha llegado el momento de reapropiarse de lo vivido. Además, según la empresaria alemana, esto no es lo único que tienen en común.
En el adelanto del nuevo capítulo de ‘Corinna y el Rey’, Corinna asegura que Meghan, como ella, también ha sido una de las víctimas favoritas de los tabloides y la prensa británica. “Yo era parte de un espectáculo de circo, uno muy dañino en el que yo era el pony del show”. Larsen siente que fue una mera cabeza de turco en todo el escándalo, al igual que también lo fue la ex actriz estadounidense. “Para los medios, es mucho más efectivo tener como mente criminal a una mujer rubia que a un grupo de hombres de mediana edad que ha estado haciendo eso durante décadas”, asegura en su podcast.
Corinna Larsen y Meghan Markle, dueñas de su propia narrativa
Ha dado la casualidad que están coincidiendo en el tiempo el lanzamiento de ‘Harry y Meghan’, el documental para Netflix de los duques de Sussex, y ‘Corinna y el Rey’, el podcast de Larsen. Ambos proyectos son una auténtica revolución, puesto que supone que tres de los personajes de mayor actualidad den su versión de lo que han vivido. Un verdadero testimonio en primera persona.
Ambos, también, han resultado tremendamente controvertido; puesto que han sido tachados de poco sinceros y de pretender blanquear, a toda costa, la imagen de sus protagonistas. Proyectos con poca objetividad, y que les plantea como víctimas, descargándoles de toda responsabilidad y con el único fin de limpiar sus perfiles. Mera propaganda.
A pesar de esto, la audiencia los está respaldando. Los testimonios de Corinna y de Meghan Markle están triunfando en las diferentes plataformas audiovisuales en las que están alojadas, ya que existía una enorme curiosidad por escuchar a ambas mujeres. Y ahora que lo estamos haciendo, resulta que no ha caído bien. Al final, todo esto da la razón a Corinna.