Para muchos hacer que un bizcocho suba sin problemas es el sueño. Hoy quiero compartir algunos trucos que aprendí con dos de los grandes chefs franceses que más admiro, Cyril Lignac y Pierre Hermé. Ambos chefs son tan expertos como amantes de la repostería, y con sus trucos os garantizo que el bizcocho sube como debe, quedando súper esponjoso.¿Cuántas veces has seguido la receta al pie de la letra solo para obtener un resultado demasiado denso y carente de volumen? La clave está en algunos pequeños detalles que hacen toda la diferencia, y tanto Lignac como Hermé los conocen muy bien.
Paso 1. El equilibrio entre los ingredientes
Uno de los primeros trucos que siempre menciona Cyril Lignac, es la importancia de medir con precisión los ingredientes. En la repostería, el equilibrio lo es todo. Según Lignac, "la repostería es una ciencia exacta, y una pequeña diferencia en las proporciones puede tener grandes consecuencias". Esto es algo que yo también aplico en mis recetas en "La Cocina de la Abuela". Si tienes demasiado líquido en relación con los ingredientes secos, o viceversa, el bizcocho simplemente no subirá como debe.
Paso 2. La temperatura de los ingredientes
Otro aspecto crucial, que destaca Pierre Hermé, conocido como el "Picasso de la pastelería", es la temperatura de los ingredientes. En su cocina, Hermé siempre insiste en que los ingredientes estén a temperatura ambiente antes de comenzar. "No puedes esperar que un bizcocho suba si los ingredientes no están bien integrados, y eso solo ocurre cuando están a la temperatura adecuada", explica Hermé.
Esto es algo que he comprobado muchas veces en mi propia cocina. Si los huevos, la mantequilla o la leche están fríos, se mezclan muchísimo peor, la mezcla esta menos fina y el resultado, a la fuerza, será un bizcocho menos esponjoso. Asegúrate de sacar los ingredientes del frigorífico media hora antes, la diferencia es notable.
Paso 3. El horno y la paciencia
Un tercer truco esencial tiene que ver con el horno y cómo lo manejamos. Tanto Lignac como Hermé coinciden en que no hay que abrir el horno mientras el bizcocho está subiendo. Pierre Hermé lo ha dicho muchas veces: "La paciencia es una virtud en la cocina". Cada vez que abres el horno, la temperatura interna cambia, y eso puede hacer que el bizcocho se desinfle. El calor debe ser constante para que el bizcocho se cocine uniformemente y suba como se espera.
Aunque ambos chefs coinciden en los puntos clave, cada uno tiene su toque personal. Lignac, hace más hincapié en la importancia de los utensilios correctos. Por ejemplo, siempre recomienda utilizar un molde antiadherente de buena calidad, ya que un mal molde puede hacer que el bizcocho se pegue y no suba de manera uniforme. Yo también sigo esta regla un buen molde puede marcar la diferencia entre un bizcocho perfecto y uno desastroso.
Por otro lado, Pierre Hermé se centra mucho más en la precisión. En su repostería cada gramo cuenta. Él incluso recomienda pesar los huevos para asegurar que la proporción sea exacta en cada receta.
Para contribuir a que vuestro bizcocho sea una obra de arte os aporto un consejo de cosecha propia, sencillo y fácil de aplicar, como a mí me gusta. No batas en exceso la mezcla una vez que has añadido la harina y hazlo, a poder ser con varillas manuales. Si bates demasiado o con demasiada intensidad, el gluten en la harina se activará y el bizcocho quedará más denso en lugar de más esponjoso.
Hacer un bizcocho que suba perfectamente puede parecer complicado, pero con estos simples pasos y los consejos de dos de los más grandes chefs franceses, es más fácil de lo que parece. Si controlas la temperatura de los ingredientes, sigues las proporciones exactas y tienes paciencia con el horno, tu bizcocho será tan esponjoso y delicioso como el de cualquier pastelería de postín, digno del mejor maestro pastelero.
Anímate a probar estos sencillos consejos de cocina la próxima vez que te decidas a preparar un bizcocho. ¡Estoy más que seguro de que te sorprenderás y sorprenderás a los tuyos con un resultado excepcional!