Cazuelitas de espinacas con besamel y huevo escalfado

La presentación en cazuelitas hace más apetecible, si cabe, este plato de espinacas con bechamel y un huevo poché. Se saltean las espinacas con ajo y jamón serrano.

Aurora Gonzalo
Aurora Gonzalo

Periodista especializada en gastronomía

CAZUELITAS DE ESPINACAS CON BESAMEL Y HUEVO ESCALFADO.
CAZUELITAS DE ESPINACAS CON BESAMEL Y HUEVO ESCALFADO.
Cocina Fácil / RBA / ORIOL ALEU
4 personas
30 min
315 Cal

5

(1 voto)

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Hervido

Rehogado

Tipo Plato:

Primeros platos y entrantes

Segundos platos y platos principales

Precio:

€ €

Dificultad:

Media

La receta que hoy os proponemos desde Cocina Fácil os va a transportar a la cocina de toda la vida, a esas recetas tan de casa que a la fuerza nos traen un montón de buenos recuerdos. Estas cazuelitas de espinacas con bechamel y huevo son un clásico que combina cremosidad, sabor y una presentación irresistible. Además, como estamos ante una receta muy fácil de preparar, que solo lleva ingredientes sencillos, de los que que solemos tener en casa, es una opción siempre a tener en cuenta. ¡Puede salvarnos cualquier comida!

Te animo a presentarlo en cazuelitas individuales, es una buenísima idea, las hace más vistosas, y también le da ese toque de sofisticación que hace brillar a este plato como si acabase de salir de las cocinas de un restaurante con estrella Michelín.

Aunque a primera vista pueda parecer una receta elaborada, lo cierto es que es mucho más sencilla de lo que parece. En menos de 40 minutos tendremos listas estas cazuelitas, perfectas para servir como entrante en una comida especial o incluso como cena ligera. Y lo mejor de todo es que se pueden adaptar al gusto de cada uno, añadiendo más o menos bechamel, cambiando el jamón por beicon o añadiendo una suculenta porción de queso pecorino rallado. ¡Sea como sea estas espinacas estarán buenísimas!

Ingredientes paraCazuelitas de espinacas con besamel y huevo escalfado

  • 300 gramos de Brotes De Espinacas (1 bolsa)
  • 50 gramos de Harina
  • 50 gramos de Jamón Serrano en daditos
  • 1 Diente De Ajo
  • 500 mililitros de Leche
  • 4 Huevos
  • 50 gramos de Mantequilla
  • ½ decilitros de Vinagre
  • Sal
  • Pimienta
  • Aceite
  • Nuez Moscada

Paso 1

Tuesta ligeramente la harina con la mantequilla. Añade la leche en un hilo y cuece, sin dejar de remover, 5 minutos, hasta lograr una besamel clarita. Adereza con sal, pimienta y una pizca de nuez moscada.

Paso 2

Casca un huevo en una taza y deslízalo luego en una cazuela con el vinagre y agua hirviendo. Cuece 2 minutos y retira con una espumadera. Repite la operación con los otros huevos.

Paso 3

Rehoga el jamón con el ajo, pelado y picado, 1 minuto. Añade las espinacas y cocínalas 3 minutos más. Repártelas en cazuelitas, riégalas con la besamel y añade un huevo a cada una. Sírvelas enseguida.

4. Sirve y disfruta

Estas cazuelitas se disfrutan mejor recién hechas, con la bechamel todavía caliente y el huevo escalfado en su punto. Al romper la yema, se mezclará con el resto de los ingredientes, creando un conjunto cremoso e irresistible.

El truco

Para que el huevo escalfado quede en su punto exacto, es importante que el agua no hierva a borbotones, sino que esté a fuego suave, para que la cocción sea uniforme y delicada.

Después de probar esta receta, no volverás a ver las espinacas de la misma manera. Ya no te parecerán aburridas o insípidas. Bien combinadas y presentadas de una forma apetecible, pueden convertirse en el plato estrella de cualquier menú. Además, es una opción estupenda para aquellos que buscan incluir más verduras en su alimentación sin renunciar al sabor.

Se pueden hacer variaciones para adaptarla a tus gustos o a los de tus comensales, no hay problema, porque esta receta admite casi de todo. Por ejemplo, si queremos hacerla más ligera, podemos sustituir la mantequilla por aceite de oliva y usar leche desnatada en la bechamel. Para una versión vegetariana, basta con prescindir del jamón serrano o sustituirlo por frutos secos picados, como almendras o nueces, que aportan un toque crujiente que a mí me parece muy interesante.

Y si lo que buscas es sorprender en una comida más especial puedes gratinar unos minutos en el horno para que la superficie quede dorada y crujiente. Esto le dará un acabado más atractivo y realzará el sabor de la bechamel. Servidas en pequeñas cazuelas de barro, con un poco de pan crujiente al lado, estas espinacas con huevo escalfado pueden ser la sorpresa de cualquier comida especial.

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