La receta que hoy os proponemos desde Cocina Fácil os va a transportar a la cocina de toda la vida, a esas recetas tan de casa que a la fuerza nos traen un montón de buenos recuerdos. Estas cazuelitas de espinacas con bechamel y huevo son un clásico que combina cremosidad, sabor y una presentación irresistible . Además, como estamos ante una receta muy fácil de preparar, que solo lleva ingredientes sencillos, de los que que solemos tener en casa, es una opción siempre a tener en cuenta. ¡Puede salvarnos cualquier comida! Te animo a presentarlo en cazuelitas individuales, es una buenísima idea, l as hace más vistosas, y también le da ese toque de sofisticación que hace brillar a este plato como si acabase de salir de las cocinas de un restaurante con estrella Michelín. Aunque a primera vista pueda parecer una receta elaborada, lo cierto es que es mucho más sencilla de lo que parece. En menos de 40 minutos tendremos listas estas cazuelitas , perfectas para servir como entrante en una comida especial o incluso como cena ligera. Y lo mejor de todo es que se pueden adaptar al gusto de cada uno, añadiendo más o menos bechamel , cambiando el jamón por beicon o añadiendo una suculenta porción de queso pecorino rallado. ¡Sea como sea estas espinacas estarán buenísimas! Después de probar esta receta, no volverás a ver las espinacas de la misma manera. Ya no te parecerán aburridas o insípidas . Bien combinadas y presentadas de una forma apetecible, pueden convertirse en el plato estrella de cualquier menú. Además, es una opción estupenda para aquellos que buscan incluir más verduras en su alimentación sin renunciar al sabor. Se pueden hacer variaciones para adaptarla a tus gustos o a los de tus comensales, no hay problema, porque esta receta admite casi de todo. Por ejemplo, si queremos hacerla más ligera , podemos sustituir la mantequilla por aceite de oliva y usar leche desnatada en la bechamel. Para una versión vegetariana , basta con prescindir del jamón serrano o sustituirlo por frutos secos picados, como almendras o nueces, que aportan un toque crujiente que a mí me parece muy interesante. Y si lo que buscas es sorprender en una comida más especial puedes gratinar unos minutos en el horno para que la superficie quede dorada y crujiente. Esto le dará un acabado más atractivo y realzará el sabor de la bechamel. Servidas en pequeñas cazuelas de barro, con un poco de pan crujiente al lado, estas espinacas con huevo escalfado pueden ser la sorpresa de cualquier comida especial.