Más allá de la pizza , de los platos de pasta , del risotto o del tiramisú , la gastronomía italiana cuenta con una gran variedad de recetas que vale la pena conocer e incorporar a nuestros menús. Una de ellas es la fainá . También conocida como farinata italiana , es una especie de torta salada, hecha a base de harina di ceci (garbanzos) , que tiene un sabor realmente sorprendente. Originaria de Génova, aunque ahora se puede encontrar en otras partes del mundo, especialmente en Argentina y Uruguay, donde llegó gracias a los inmigrantes, la farinata se puede tomar sola, como si fuera pan, o rellenar con infinidad de ingredientes. Hoy la preparamos con espinacas frescas y aceitunas negras . Una combinación original y, realmente, deliciosa. A la que la pruebes, seguro que la incluyes en tu lista de recetas favoritas. Las claves de la receta Para que la masa salga perfecta simplemente tienes que mezclar la harina de garbanzos con agua, aceite de oliva y sal hasta que los ingredientes queden bien integrados y te quede una masa sin grumos. Luego, tápala con papel film y déjala reposar en la nevera por lo menos durante unas dos horas. El objetivo es que la harina absorba el resto de ingredientes y se hidrate bien. Una vez la masa esté lista, es el momento de hornearla. En esta ocasión, como va rellena, deberás hornear, primero, la mitad de la masa . Retírala del horno cuando empiece a estar firme, pero no cocida del todo. Luego, agrega el relleno, en este caso las espinacas frescas y las aceitunas negras, y vierte la otra mitad de masa encima con cuidado, de manera que quede repartida por todas partes. En este punto, solo te quedará volver a ponerla en el horno y dejar hasta que quede doradita. Un apunte: para que la fainá no se rompa al retirarla del molde, espera a que se temple un poco. Así desmoldará sin problemas. Ideas y variantes para la fainá de harina de garbanzo con espinacas y aceitunas Puedes enriquecer esta receta con trocitos de queso de cabra o cualquier variedad que te guste: gouda, cheddar, parmesano … Y si te gustan los sabores fuertes, apuesta por el Roquefort . También puedes mezclar las espinacas con huevo duro rallado, uvas pasas y piñones . Si quieres variar el relleno, puedes optar por otras verduras que tengas en casa o que te apetezcan más. Prueba, por ejemplo, con tomates, calabacines, berenjenas, alcachofas, pimientos o acelgas . Córtalos siempre en rodajas finas para que no sobresalgan por encima de la masa. Respecto a los condimentos, usa pimienta negra, ajo en polvo, hierbas aromáticas …