Zaalouk, el pisto marroquí de berenjena y tomate, receta de la abuela

Descubre el sabor único del zaalouk: un plato marroquí fácil, saludable y lleno de especias que transformará tus verduras en un festín delicioso. ¡Anímate a probarlo!

ruth puig cocina facil
Ruth Puig

Periodista especializada en gastronomía

Zaalouk marroquí
Istock
4 personas
30 min

4

(6 votos)

Temporada:

Todo el año

Tipo Plato:

Acompañamientos

Primeros platos y entrantes

Precio:

€ €

Dificultad:

Baja

El zaalouk es un plato tradicional de Marruecos que se parece al pisto, pero con un toque especial de especias. También se elabora, como el pisto español, con ingredientes simples de la huerta, como berenjenas y tomates, pero lo que lo hace diferente es el uso de especias, sazonadores muy habituales en la cocina árabe.

Es una receta fácil de preparar y deliciosa, con muchas aplicaciones en el día a día. Lo bueno del zaalouk, como sucede con el pisto, es que se puede preparar con antelación y tenerlo en la nevera (en un táper cerrado para que no absorba olores de otros alimentos) durante 4 o 5 días sin ningún problema, así lo tienes listo para cuando quieras.

Puedes comerlo caliente, a temperatura ambiente o frío, ¡ideal para distintas ocasiones! Y también es perfecto como entrante, como acompañamiento para carnes o pescados o como parte de un menú compartido. Porque un bol de zaanouk en un aperitivo se convierte también en una salsa perfecta para dipear, con unas regañás caseras aún mucho mejor.

Este plato es delicioso y saludable, porque te ayuda a comer más verduras. Con sus especias y la suavidad de la berenjena, gustará tanto a los que aman la cocina marroquí como a los que quieren probar nuevas formas de disfrutar las verduras.

¡Atrévete a prepararlo y sorprende a todos en tu próxima comida! A continuación, te dejamos los ingredientes y las instrucciones para hacerlo fácilmente.

Ingredientes paraZaalouk, el pisto marroquí de berenjena y tomate, receta de la abuela

  • 2 berenjenas grandes
  • 2 dientes de ajo
  • 3 tomates maduros grandes
  • 1 cucharadita de comino molido
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • Pimentón picante (opcional)
  • 20 ml de zumo de limón
  • Perejil fresco y/o cilantro
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pimienta negra molida
  • Sal
  • Aceitunas negras para servir (opcional)

1. Asa las berenjenas

Precalienta el horno a 200º. Lava las berenjenas, corta los extremos y ábrelas por la mitad longitudinalmente. Coloca las mitades boca abajo sobre una bandeja de horno forrada con papel antiadherente ligeramente humedecido. Realiza unos cortes superficiales en la piel y hornea durante 15-20 minutos, hasta que estén muy tiernas.

2. Prepara el sofrito de tomate

Lava los tomates, retira el pedúnculo y córtalos en trozos. Si lo prefieres, puedes pelarlos previamente. Pica finamente los dientes de ajo. En una sartén amplia, calienta un poco de aceite de oliva y añade el ajo picado. Cocina brevemente, evitando que se dore. Incorpora los tomates, salpimienta y cocina a fuego medio. Aplasta los tomates con una espátula mientras se ablandan para formar una salsa espesa.

3. Combina las berenjenas y el sofrito

Saca las berenjenas del horno, trocéalas y, si lo prefieres, retira parte de la piel. Añade las berenjenas al sofrito de tomate, junto con el pimentón dulce, el comino y, si te gusta un toque picante, un poco de pimentón picante. Cocina todo junto, aplastando las berenjenas con la espátula para integrarlas bien en la mezcla. Agrega el zumo de limón y cocina unos minutos más, ajustando la sal y la pimienta al gusto.

4. Finaliza y sirve

Si la mezcla está demasiado ácida, puedes añadir una pizca de azúcar o miel. Retira del fuego y deja reposar unos minutos antes de servir. Decora con perejil o cilantro picado y, si lo deseas, acompaña con aceitunas negras.

¡Consejos para sacarle todo el partido!

  • Varía la preparación: aunque asar las berenjenas realza su sabor, también puedes cocerlas al vapor, en microondas o incluso asarlas directamente sobre una llama para darles un toque ahumado.
  • Ajusta las especias a tu gusto: el comino y el pimentón son esenciales, pero puedes experimentar añadiendo canela para un sabor más profundo.
  • La clave es la textura: el zaalouk no debe quedar demasiado líquido, pero tampoco seco. Tritura los ingredientes hasta lograr una textura cremosa con algunos trozos visibles.
  • El acompañamiento marcará la diferencia: Este plato es muy versátil. Puedes servirlo con pan de pita, cuscús, huevos cocidos o como guarnición para carnes y pescados. 
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