Sopa juliana con langostinos. Tradición y elegancia en un solo plato

Alegra tu sopa juliana añadiendo unos langostinos. Las hortalizas (zanahoria, acelgas, puerro y apio) se cortan en una juliana fina y se añade caldo de pollo para preparar la sopa.

Jani Paasikoski

SOPA JULIANA CON LANGOSTINOS.
SOPA JULIANA CON LANGOSTINOS.
Cocina Fácil / RBA / CIRO ARAGONÉS
4 personas
30 min

4

(5 votos)

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Técnica mixta

Tipo Plato:

Primeros platos y entrantes

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Sin gluten

La sopa juliana con langostinos es ese plato que combina lo mejor de la cocina tradicional con un toque moderno y delicioso. Las verduras frescas cortadas en juliana se convierten en protagonistas al unirse con un caldo de pollo sabroso y la elegancia de los langostinos. Perfecta para cualquier época del año, esta receta es fácil de preparar, ligera y, al mismo tiempo, reconfortante.

En mi casa, la sopa juliana siempre ha sido uno de esos platos básicos que servían como entrante en una comida de diario y también, sobre todo en invierno, como parte de una cena reconfortante. Pero al añadir langostinos, el plato crece enteros, convirtiéndose en una experiencia de sabores más compleja, pero sin complicaciones en la cocina. ¿Quién dijo que las sopas ya no estaban de actualidad? Esta es la prueba viviente de que no tenía razón.

Con esta receta, tendrás una sopa que no solo es deliciosa, sino también nutritiva y sanísima. El equilibrio entre las verduras y los langostinos crea un plato ideal para cuidar de ti y de los tuyos. Además, es una opción perfecta para quienes buscan un entrante ligero sin renunciar a un sabor espectacular.

Ingredientes paraSopa juliana con langostinos. Tradición y elegancia en un solo plato

  • 1 litro de Caldo De Pollo
  • 1 Zanahoria
  • 1 Penca De Apio
  • 2 hojas de Acelgas
  • 1/2 Puerro
  • 100 gramos de Langostinos
  • Sal
  • Mantequilla

1. Prepara las verduras

Raspa la zanahoria y limpia el apio, las acelgas y el puerro. Lávalos bien para eliminar cualquier resto de suciedad. Corta todas las hortalizas en tiras finas, tipo juliana, asegurándote de que tengan un tamaño uniforme para una cocción homogénea.

2. Cocina las verduras

En una cazuela, funde una nuez de mantequilla a fuego medio. Añade las verduras cortadas y rehógalas durante unos minutos, removiendo de vez en cuando, hasta que estén tiernas, pero sin perder textura.

3. Incorpora el caldo

Vierte el caldo de pollo caliente sobre las verduras rehogadas. Lleva la mezcla a ebullición y deja que cueza a fuego lento durante unos 12 minutos, permitiendo que los sabores se integren y que las verduras queden en su punto.

4. Agrega los langostinos

Mientras la sopa cuece, pela los langostinos y retira el intestino si es necesario. Añádelos a la cazuela unos 2-3 minutos antes de que termine la cocción. Ajusta el punto de sal según tu gusto.

5. Sirve y disfruta

Reparte la sopa en platos hondos o boles y sírvela bien caliente. Acompáñala con pan crujiente si lo deseas.

Si quieres darle un toque más personal a tu sopa juliana te voy a dar tres toque sofisticados e impactantes que en mi casa siempre triunfan.

  • Dale un punto de cítrico: Añade unas gotas de zumo de limón o lima al final de la cocción para realzar los sabores de los langostinos y las verduras.
  • Utiliza caldo casero: Si para ti el tiempo no es un problema, prepara tu propio caldo de pollo, te garantizo que este sencillo gesto va a llevar tu sopa directa al siguiente nivel.
  • Sopa vegetariana: Si buscas una versión sin carne tan solo tienes que sustituir el caldo de pollo por un caldo de verduras y reemplaza los langostinos por tofu marinado o setas de temporada. El resultado es espectacular.

La sopa juliana es un ejemplo de cómo los ingredientes frescos y de calidad pueden convertirse en una experiencia gastronómica sin pretensiones. Las verduras cortadas en juliana aportan una textura ligera y agradable, mientras que los langostinos añaden un toque elegante que convierte este plato en algo especial.

Además, es una opción versátil que se adapta a cualquier ocasión, desde una comida en familia hasta una cena más formal. No hay excusas para no disfrutar de este clásico que nunca ha dejado de estar de moda. Reconectar con la tradición mientras disfrutas de los deliciosos sabores de esta maravilla gastronómica.

Anímate a prepararla y sorprende a tus seres queridos con una sopa ligera, muy reconfortante, cargada de sabor y con el toque de calidad que le aportan los langostinos. Cuidado con las raciones, porque no habrá ni uno que no quiera repetir. Vas a triunfar seguro.

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