Sagargala, pastel típico del País Vasco (que puedes hacer sin horno, con sobaos)

Hoy te presentamos otro de los deliciosos y tradicionales pasteles vascos: la sagargala, con un suave sabor a compota de manzana y textura cremosa con queso y limón.

SAGARGALA TRADICIONAL DEL PAÍS VASCO.

Sagargala, una tarta tradicional del País Vasco.

Cocina Fácil
6 personas
50 min

4

(25 votos)

Dieta:

Mediterránea

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Horno

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Preparación con antelación

Elegir un postre ligero y que sea fácil de hacer es esencial para no complicarnos demasiado la vida y sobre todo si estamos pensando en un menú de fiesta. Lo mejor es elegir una receta tradicional y rica.

Este dulce típico vasco, bautizado como sagargala, se hace con manzanas (sagar significa manzana en euskera) y suele hacerse también con los clásicos sobaos o con un bizcocho, según el tiempo que tengas.

Tiene tres partes: una base de bizcocho o sobaos, una crema de queso con limón en el centro y por encima, una compota de manzana.

Si no quieres encender el horno sustituye la elaboración del bizcocho por unos buenos sobaos pasiegos.

Ingredientes paraSagargala, pastel típico del País Vasco (que puedes hacer sin horno, con sobaos)

  • 3 huevos
  • 70 gramos de harina
  • 250 gramos de queso fresco
  • 100 mililitros de nata líquida
  • 350 gramos de nata montada dulce
  • 120 gramos de azúcar
  • 5 láminas de gelatina
  • 1 pizca de sal
  • 2 limones
  • 3 manzanas
  • 1 vaina de vainilla
  • 1 ramita de canela

1. Bate los huevos con azúcar

Monta los huevos con 70 g de azúcar y después incorpora la harina tamizada. Forra una fuente de horno (de 25 x 20 cm aproximadamente) con papel sulfurizado y vierte la mezcla. Hornea 15 minutos a 180 ºC. Retira y deja enfriar el bizcocho en la fuente.

1. Bate los huevos con azúcar

2. Hidrata la gelatina

Hidrata la gelatina en agua fría. Calienta 50 ml de nata líquida y diluye en ella la gelatina bien escurrida. Mezcla con el resto de la nata, el zumo de un limón y el queso fresco. Incorpora la nata montada y distribuye este relleno por encima del bizcocho frío. Deja enfriar en el congelador un mínimo de 3 horas.

2. Hidrata la gelatina

3. Corta las manzanas

Pela las manzanas y quita las pepitas. Trocéalas, ponlas en una cazuela y riega con el zumo del otro limón. Tapa y cuece 30 minutos a fuego lento con la vainilla, la canela y 50 g de azúcar, removiendo para que no se enganche. Deja enfriar la compota y extiéndela sobre la sagargala.

3. Corta las manzanas

El truco

Si hubiera un exceso de líquido en la compota de manzana, cuécela destapada los 5 últimos minutos para que se evapore.

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