He viajado a Portugal y me he enamorado de los pastéis de Vouzela, estos bocaditos dulces y crujientes (receta de la abuela portuguesa) ¡y tengo la receta!

Estos pastelitos portugueses no son tan populares como los de nata o Belém, pero no tienen nada que envidiarles porque están… buenísimos. Pruébalos y te conquistarán.

Rosa Mestres
Rosa Mestres

Periodista especializada en gastronomía

Pasteis de Vouzela
Istock
4 personas
20 min

3

(7 votos)

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

fácil

Uno de los dulces más conocidos de la rica gastronomía portuguesa son, sin lugar a dudas, los pastelitos de nata o Belém, pero nuestro país vecino tiene otras especialidades que vale la pena conocer y probar. Por ejemplo, las fatias paridas, la versión portuguesa de las torrijas españolas. Una de ellas son los deliciosos pastéis de Vouzela o pastelitos de yema. Crujientes por fuera y con un corazón lleno de rica yema, que se funde en la boca, estos pastelitos son una maravilla.

Si te han entrado ganas de degustar estos exquisitos pastelitos, nosotros te lo ponemos fácil. Sin salir de tu cocina ni viajar hasta Portugal puedes disfrutar de esta receta que las abuelas portuguesas han guardado durante años como un auténtico tesoro culinario.

Ingredientes paraHe viajado a Portugal y me he enamorado de los pastéis de Vouzela, estos bocaditos dulces y crujientes (receta de la abuela portuguesa) ¡y tengo la receta!

  • 10 hojas de pasta filo
  • 320 gramos de azúcar
  • 250 gramos de agua
  • 10 huevos
  • mantequilla
  • azúcar glas

1. Prepara el almíbar

Llena un cazo de fondo grueso con el agua, agrega el azúcar y deja cocer, a fuego lento, hasta que llegue a punto hebra. Deja reposar.

2. Mézclalos con las yemas

Casca los huevos, separando las claras de las yemas. Reserva las claras para otra elaboración y coloca las yemas en un colador.

3. Deja espesar

Vierte el almíbar a punto de hebra sobre las yemas, coloca esta mezcla al fuego y remueve con una espátula, continuamente, hasta que espese y tenga textura de crema. Deja enfriar.

4. Forma los paquetitos

Corta una hoja de masa filo en cuatro partes, pincela las capas con la mantequilla derretida y ve colocándolas una encima de otra. Reparte el relleno y forma un paquetito doblando los dos extremos laterales hacia el centro. Pinta la parte superior del pastelito con un poco más de mantequilla para que los extremos doblados no se abran. Forma los otros paquetitos.

5. Dóralos en el horno

Coloca los pastelitos de Vouzela en una fuente de horno forrada con papel sulfurizado y hornéalos durante unos 10-15 minutos o hasta que la parte superior quede doradita. Antes de servir, espolvoréalos con un poco de azúcar glas.

La clave: preparar el almíbar a punto de hebra

Elaborados con pasta filo, yema de huevos, azúcar y mantequilla, estos pastelitos no son complicados de hacer. Solo hay un paso en el que debes prestar más atención. Y es en el momento de preparar el almíbar a punto de hebra. Mezcla el azúcar con el agua (sobre todo respeta las cantidades que te indicamos) en un cazo y deja que se disuelva y que se vaya espesando. No lo remuevas con una espátula, solo mueve el cazo de un lado a otro.

Sabrás que el almíbar está listo cuando el azúcar tenga cierta consistencia y, al coger una pequeña cantidad con los dedos índice y pulgar, se forme un hilito o hebra. Para no quemarte, antes de realizar esta acción, mójate los dedos con agua. Si usas un termómetro de cocina, la temperatura debe estar entre 106-110 °C.

Una vez tengas el almíbar en su punto, déjalo reposar y, luego, mézclalo con las yemas de huevo. Poco a poco se formará una crema deliciosa.

Finalmente, solo te quedará colocar esta crema sobre la pasta filo. Corta una lámina de pasta filo en cuatro rectángulos, píntalos bien con mantequilla y apila las capas. A continuación, cierra los paquetitos y… al horno. Ya verás, te quedarán de fábula.

Un poco de historia

Cuenta la leyenda que unas monjas revelaron la receta de estos pastelitos hace más de 200 años a unas pocas familias de Vouzela, como pago de favores, y, a partir de ese momento, fue pasando de generación en generación, siempre guardada bajo llave.

Inicialmente se vendía por encargo, pero con el tiempo empezaron venderse en algunas casas del municipio, incluso llegó a tener un puesto de venta en la estación del tren. Hoy en día solo hay tres pastelerías en Vouzela que siguen elaborando estos pasteles de forma artesanal, tal y como les enseñaron sus abuelas.

En Vouzela, además de comprar sus célebres pastelitos, también puedes visitar la casa museo dedicada a este dulce y apuntarte a realizar la ruta del pastel Vouzela, que pasa por algunos de los puntos más cruciales en la historia de este pastel. Una vez terminada la ruta, se ofrece a los visitantes una degustación de este pastel y del vino blanco de la región de Lafões.

Ideas para el pastel de Vouzela

  • Si quieres aumentar la cantidad de pastelitos, piensa que por cada pastelito de más necesitarás 1 yema de huevo, 32 gramos de azúcar y 25 mililitros de agua.
  • Este pastel se puede enriquecer con unos hilos de chocolate fundido. Puede ser negro o con leche.
  • Para darle un toque crujiente, agrega antes de hornear un granillo de almendras por encima o unos piñones.
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