Huevos rellenos de gambas gratinados con bechamel, receta fácil de la abuela

Los huevos rellenos fríos están buenísimos pero... ¡calientes están aún mejor! Los rellenamos con gambas y los gratinamos con bechamel

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Huevos rellenos de gambitas gratinados con bechamel
4 personas
60 min

3

(81 votos)

Dieta:

Mediterránea

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Técnica mixta

Tipo Plato:

Primeros platos y entrantes

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Una de nuestras recetas preferidas para las épocas de calor son los huevos rellenos fríos, generalmente rellenos con atún y mayonesa (y muchas otras variaciones con diferentes ingredientes).

Pero cuando llega el frío, nos apetecen más las recetas calentitas, y en esa categoría también entran los huevos rellenos, como los que te proponemos hoy, con gambas y una bechamel deliciosa que nos sirve para gratinarlos en el horno justo antes de servirlos.

Prepararlos no tiene ninguna clase de complicación, puedes verlo en el vídeo que acompaña este artículo y también en la elaboración que te explicamos paso a paso. Como en todas las recetas de huevos rellenos, primero tendrás que cocer los huevos... ¡o no! Porque puedes comprarlos ya cocidos y así te ahorras una parte de la elaboración y ahorras tiempo.

Luego, el truco está en cortar los huevos por la mitad, retirar la yema y mezclarla con otros ingredientes que son los que dan el sabor distintivo a la receta, en este caso son gambas que habrás salteado primero.

Y si las gambas marcan la diferencia, el segundo secreto de estos huevos rellenos es elaborar una bechamel muy sabrosa. Para que quede perfecta, es importantísimo no tener prisa a la hora de cocinar la cebolla. Póchala poco a poco, removiendo cada dos por tres, y déjala en la sartén hasta que esté bien confitada. Si quieres que todavía esté más deliciosa, puedes agregar un poco de vino blanco.

Ingredientes paraHuevos rellenos de gambas gratinados con bechamel, receta fácil de la abuela

  • 8 huevos
  • 1 cebolla pequeña
  • 250 gramos de gambitas peladas
  • 50 gramos de mantequilla
  • 500 mililitros de leche
  • 40 gramos de harina
  • 100 gramos de queso rallado
  • sal
  • pimienta

1. Cuece los huevos

Pon al fuego una olla con abundante agua salada. Introduce los huevos en la olla y cuécelos durante 10 minutos. Pasado este tiempo, retira los huevos del agua y pásalos a un cuenco con agua fría, para detener la cocción y refrescarlos. Cuando estén fríos, pélalos con cuidado, córtalos por la mitad a lo largo, retira las yemas y ponlas en un bol. Cháfalas con un tenedor.

1. Cuece los huevos

2. Saltea las gambas

Lava, seca y pica las gambitas. Salpimiéntalas, saltéalas en una sartén con un hilo de aceite y añádelas al bol de las yemas. Remueve para que se mezclen bien y rellena los huevos con esta mezcla. Puedes utilizar una cucharilla, así te será más fácil. Pon los huevos, uno al lado del otro, en una bandeja para horno de paredes altas.

3. Elabora la bechamel

Pela la cebolla, lávala, rállala y póchala en una sartén con la mantequilla durante unos 10 minutos, hasta que quede tierna. Agrega la harina y tuéstala, removiendo con una espátula de madera, durante 1 minuto. Incorpora la mitad de la leche, salpimienta a tu gusto, mezcla con unas varillas y ve agregando el resto de la leche por tandas, sin dejar de remover en ningún momento. Verás que, al cabo de unos minutos, la salsa habrá espesado. Ya tienes la bechamel lista.

4. Gratina los huevos

Vierte la bechamel sobre los huevos y espolvorea por encima el queso rallado. Introduce la bandeja en el horno precalentado a 180º y deja que se calienten los huevos unos minutos. Entonces, conecta el grill y gratina hasta que la superficie quede dorada. Sírvelos enseguida.

Antes de verter la bechamel sobre los huevos, para que te quede más fina, puedes pasarla por la batidora. Mira en nuestro vídeo cómo hacer una bechamel perfecta.

El queso rallado que elijas también dará un plus de sabor a tus huevos rellenos de gambas. Tienes muchas opciones: en el supermercado encontrarás quesos rallados de diferentes variedades, como mozzarella, mezcla de varios quesos, edam, gouda... Cualquiera te puede servir, pero nuestro consejo es que elijas uno que funda bien.

Y si tienes en casa restos de quesos en cuña, también puedes rallarlos tú en el momento (siempre resultan más aromáticos). 

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