Plato originario de Génova, concretamente la Liguria y con variantes en todo el mundo, la farinata , también llamada fainá , es una torta salada que se prepara con harina de garbanzos , agua , aceite de oliva y sal . A pesar de la sencillez de sus ingredientes y de su elaboración, es toda una delicia. En nuestra versión, la hemos acompañado con tomatitos , queso y albahaca . Te encantará. Muy fácil de preparar, para que la farinata te salga perfecta solo debes mezclar bien la harina de garbanzos con agua hasta que te quede una papilla sin grumos y lisa. Luego, debes dejarla reposar en la nevera unas dos horas y… a hornear. La farinata se debe hacer sin prisas, con mucha paciencia. Por tanto, escoge un día que tengas tiempo de estar en la cocina y que puedas disfrutar del momento sin mirar el reloj. Otro punto importante en la elaboración de la farinata es el molde. Escoge una bandeja de horno amplia para que la puedas extender y te quede una masa fina. Una vez la tengas horneada y doradita, espolvoréala con sal gruesa, córtala en porciones y deja volar tu imaginación. Puedes comerla tal cual sale del horno, como si fuera pan, o tomarla a la hora del aperitivo, con queso, embutidos y unas aceitunas, o en cenas informales. Te invitamos a degustarla con una crema de verduras asadas con champiñones , con unas verduras salteadas con romero y tomillo o con un dip de pimiento asado y nueces . Consejos para enriquecer la farinata Con hierbas aromáticas. Incorpora a la masa orégano, romero, tomillo… Si son frescos, mejor. Le darás un extra de sabor. Especies y aderezos. Añade abundante pimienta negra molida, ajo molido… Una vez tengas la harina de garbanzos en el bol, debes añadir el agua poco a poco, removiendo con la ayuda de las varillas. Así conseguirás que los ingredientes de la masa queden bien integrados y sin grumos. La farinata puede acompañarse con los ingredientes que más te gusten. Todo le va bien. Pruébala con champiñones al ajillo o con un poco de jamón serrano por encima. Está realmente exquisita.