Sin ensuciar: el truco de la experta repostera para conseguir nata montada estable (a mí me ha solucionado la vida)

Montar nata siempre es una sorpresa. El tiempo exterior, la temperatura de la nata, el porcentaje de grasa, la marca comercial que uses... todo influye. Pero hoy he descubierto el truco definitivo para no fallar.

foto carnet
Ivana Muntán

Coordinadora web Cocina Fácil

Cargando vídeo: Cómo montar nata en un tarro

Cocina fácil / RBA / Belén Casal del Castillo

Cómo montar nata en un tarro
Cocina fácil / RBA / Belén Casal del Castillo

Creo que en todos estos años de repostería, nunca nada me había causado tantos problemas como el montado de la nata"Y mira que es sencillo montar nata" pienso. Pero no, por lo visto, no es tan fácil. Primero porque tienes que escoger la nata correcta, que tenga al menos un 35,1% de materia grasa, después porque no todas las marcas reaccionan igual y al final, es una cuestión de ensayo, prueba, error.

De hecho, durante estos años he comprobado que la premisa básica para que la nata monte, que es que esté bien fría (yo la pongo 10 minutos en el congelador antes de montar), no siempre es del todo necesaria porque he montado natas que no estaban bien frías.

Además, la temperatura exterior también influye, no es lo mismo montar la nata en verano que en invierno y no es lo mismo montarla con la cocina despejada que con la cocina caldeada por la temperatura del horno y los fogones. En fin, la lucha con la nata era una constante en mi cocina, pero si conseguía replicar siempre los mismos factores, solía salir bien. 

A todo esto se añadía una circunstancia que a veces me hacía temblar y es que: montaba mi nata, parecía que estaba perfecta, glaseaba la tarta, la ponía en la nevera y, aunque después al presentar no se había desmoronado, la textura de la nata había perdido su consistencia original. Probé distintos estabilizantes, algunos de ellos no me convencieron mucho porque incorporaban cierto sabor metálico que enseguida notaba. Incluso me aventuré a añadir gelatina en polvo y leche en polvo.

Súmale un último factor que también me traía de cabeza: la cantidad de cachivaches que ensuciaba simplemente para hacer unas fresas con nata.

Hoy, por fin, gracias a una buena amiga experta máxima en repostería (y muy aficionada a trucos y gadgets) he descubierto un truco muy sencillo que me ha facilitado la tarea. ¡Solo he ensuciado un tarro y he conseguido un montado ideal! Se trata de montar la nata en un tarro.

Solo hace falta seguir estos pasos:

  1. Pon un bote de cristal hermético y la nata en la nevera y refrigera (si puedes ponerlos unos minutos en el congelador, mejor)
  2. Pon la nata líquida en el bote, ciérralo herméticamente y agita bien: deja que en unos pocos minutos se haga la magia.
  3. Abre el bote y comprueba la consistencia, añádele azúcar al gusto.

¡Listo!, con este truco-consejo podrás montar nata incluso cuando no dispongas de varillas eléctricas y podrás usarla enseguida para tus recetas favoritas.

Y para celebrar este hallazgo, os dejo una receta que conquista siempre a mi familia y estoy segura de que también les encantará a los tuyos

Pastel casero de nata con fresas

Pastel casero de nata con fresas.

Cocina Fácil / RBA / ANA GARCÍA
Pastel de nata y fresas
Para 4 personas
Ingredientes
  • 3 huevos
  • 145 gramos de mantequilla
  • 150 gramos de azúcar
  • 110 gramos de harina
  • 25 gramos de harina de maíz
  • 1/2 sobre levadura en polvo
  • 250 gramos de fresones
  • 400 gramos de nata para montar
Paso a paso
  1. Prepara la masa del bizcocho

    Precalienta el horno a 180°C. Dispón 135 gramos de mantequilla en pomada con 120 gramos de azúcar en un cuenco. Casca los huevos, añádelos y bate con varillas eléctricas hasta obtener una mezcla cremosa.

  2. Añade la harina

    Tamiza 100 gramos de harina con la harina de maíz y la levadura, e incorpórala a la preparación anterior. Remueve con suavidad hasta obtener una masa esponjosa.

  3. Hornea

    Engrasa con mantequilla un molde de 20 cm de diámetro y espolvoréalo con harina. Vierte la masa en él y hornea el bizcocho de 30 a 40 minutos o hasta que al pinchar con un palillo, este salga limpio. Retíralo, déjalo templar y desmóldalo sobre una rejilla.

  4. Lava las frutas y monta la nata

    Lava los fresones y sécalos con papel absorbente, corta la mitad en rodajas y los demás en láminas. Bate la nata, que debe estar muy fría, con varillas eléctricas, hasta que empiece a espesar (o usa el truco del bote hermético si dispones de un bote en el que puedas poner los 400 gramos). Agrega el azúcar restante y termina de montarla.

  5. Empieza a montar la tarta

    Parte el bizcocho en dos discos y rellénalo con una capa de nata y otra de rodajas de fresón. Recompón el pastel y cúbrelo con nata.

  6. Acaba de montar y sirve

    Introduce la nata restante en una manga pastelera de boquilla lisa y dispón unos rosetones en la superficie del pastel. Decora la base con las láminas de fresón, colocándolas ligeramente acaballadas, y sirve.