Los huevos de codorniz son un bocado igual de sofisticado que de sabroso. Su tamaño de miniatura y su cáscara moteada los convierten en un ingrediente estrella para crear aperitivos y platos creativos. ¡Son el centro ideal para una sorprendente mesa de aperitivos!
Su textura es delicada y su sabor tan suave que parece que se funden en la boca. Os aseguro que son ideales para quienes buscan un toque elegante y original. Cocerlos a la perfección es más sencillo de lo que imagináis.
Para quienes no los hayáis probado, os adelanto que los huevos de codorniz son más cremosos que los clásicos de gallina. Tienen una yema ligeramente más densa y cremosa. Su sabor es delicado y muchísimo más suave que el de los huevos de gallina, lo que los hace perfectos para recetas en las que se quiera resaltar el equilibrio de sabores sin que el huevo predomine. Además, su tamaño permite presentaciones más elegantes y detallistas, siendo ideales para canapés o ensaladas gourmet.
Si buscáis canapés elegantes no os olvidéis de los huevos de codorniz, os recomiendo 3 recetas que no os dejarán indiferentes:
Cómo cocer huevos de codorniz
Para 4 personas
Ingredientes
- Huevos de codorniz (cantidad deseada)
- Agua
- Hielo (para cortar la cocción)
Paso a paso
Pon en agua
Coloca los huevos de codorniz en una olla con agua fría, asegurándote de que queden completamente cubiertos.
Lleva al fuego
Pon la olla al fuego y lleva el agua a ebullición.
Cuece los huevos
Cuando el agua empiece a hervir, cuenta exactamente 5 minutos de cocción.
Enfríalos
Pasado este tiempo, retira los huevos del agua caliente y ponlos inmediatamente en un bol con agua fría y hielo para cortar la cocción.
Pélalos
Una vez fríos, pélalos con cuidado, ya que su cáscara es más delicada que la de los huevos de gallina.
Sirve y disfruta
Una vez pelados ya están listos para usar en tus recetas favoritas.
Pelarlos puede parecer complicado debido a su tamaño, pero hay trucos para facilitar la tarea. El que a mi mejor me funciona consiste en enfriarlos en agua con hielo. Una vez cocidos, los ruedo suavemente sobre la encimera (con cuidado de no aplastarlos), uno por uno, para agrietar la cáscara. Luego, los sumerjo en un bol de agua con hielo, y ya solo me queda frotar suavemente para que la cascara se desprenda sin la menor dificultad. Además, si los golpeáis un poquito contra un plato (o la encimera), la cáscara tiende a desprenderse en pequeños trozos, haciendo el proceso más rápido.
Además de ser deliciosos, los huevos de codorniz son muy nutritivos. Son ricos en proteínas, vitaminas B12, hierro y selenio, nutrientes esenciales para mantener una dieta equilibrada. Su alto contenido en antioxidantes también ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. A pesar de su tamaño, aportan una gran cantidad de energía y son perfectos para quienes buscan opciones saludables y bajas en calorías.
Los huevos de codorniz cocidos no solo son ideales para aperitivos o ensaladas, sino que también os servirán para acompañar diversos platos principales: desde decorar una crema de verduras, hasta coronar una tostada con aguacate. Su versatilidad permite integrarlos en todo tipo de recetas. Su presentación cuidada siempre sorprende a los comensales, convirtiéndolos en protagonistas de cualquier mesa.
Con esta guía, conseguir la cocción perfecta de los huevos de codorniz es tarea fácil. Tanto para preparar aperitivos sofisticados como para dar un toque especial a tus ensaladas, estos pequeños huevos aportan elegancia y sabor en cada bocado. No dudéis en probarlos y experimentar con diferentes recetas. Os sorprenderá lo fácil que es elevar vuestros platos con este ingrediente tan versátil y delicioso.