Cómo hacer fartons, el dulce más tradicional de Valencia

En verano, acompañar una fresca horchata con unos fartons recién hechos es un placer. Pero también están buenísimos con café o chocolate. ¡Te enseñamos a hacerlos en casa!

Marta Sánchez
Marta S. Galindez

Periodista especializada en gastronomía

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Dieta:

Mediterránea

Técnica:

Horno

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Media

¿Conoces los fartons, el dulce más tradicional de Valencia? Si has visitado esta hermosa comunidad en alguna ocasión, seguro que has tenido la oportunidad de probarlos con una deliciosa horchata. Se trata de un dulce sencillo de hacer y muy económico, ideal para el desayuno, la merienda o para acompañar el café de la sobremesa.

El secreto de unos fartons suaves y esponjosos está en el amasado y la fermentación. Al llevar levadura fresca, hay que procurar que la masa repose el tiempo necesario a la temepratura adecuada. Si hace más calor o más frío, la levadura no se activará y no obtendremos el resultado deseado. Quédate con la receta, ¡y prepáralos para hoy!

Ingredientes paraCómo hacer fartons, el dulce más tradicional de Valencia

  • Para la masa
  • 50 ml de agua tibia
  • 25 g de levadura fresca
  • 300 g de harina de fuerza
  • 1 huevo
  • 3 g de sal
  • 50 ml de aceite de girasol
  • 50 g de azúcar
  • Para la cobertura
  • 100 g de azúcar glas
  • 30 ml de agua

1. Disuelve la levadura

Pon el agua tibia en un bol; no debe estar ni muy fría ni muy caliente. Añade la levadura fresca y disuélvela con los dedos hasta que no queden grumos.

2. Mezcla los ingredientes de la masa

En otro bol grande, tamiza la harina de fuerza y casca el huevo. Mezcla todo bien y añade la levadura disuelta en agua. Empieza a amasar y añade la sal y el aceite. Continúa amasando hasta obtener una masa elástica, suave y sin grumos.

3. Deja reposar

Dale forma de bola a la masa. Pinta el bol con aceite y coloca la bola dentro. Tápala con papel film o un paño limpio y déjala reposar durante 30 minutos, hasta que doble su volumen. Para evitar corrientes o variaciones de temperatura, métela en el horno apagado y frío.

4. Divide en porciones

Enharina una bandeja de horno. Saca la masa y divídela en ocho porciones. Dales forma de bola, tápalas con un paño y deja reposar otros 5 minutos.

5. Moldea los fartons

Enharina la encimera. Pon una bola de masa encima y alísala con rodillo. Después, enrolla la lámina desde el lado más largo. Repite la operación con las ocho bolas.

6. Deja reposar de nuevo

Precalienta el horno a 220º. Tapa los fartons con un paño y deja reposar hasta que doblen su volumen; tardarán aproximadamente 30 minutos.

7. Hornea y pinta con la cobertura

Hornea los fartons durante 15 minutos. Mientras se cocinan, mezcla el agua y el azúcar glas hasta que se disuelva. Saca los fartons y sepáralos si se han pegado. No te preocupes por su aspecto, ya que esa zona "despegada" es típica de este dulce. Colócalos en una rejilla y píntalos con la cobertura dulce. ¡Listos para disfrutar!

El truco

Para mantener la masa a una temperatura adecuada y lograr que suba, métela en el horno apagado.

Los fartons, el dulce más tradicional de Valencia, no pueden faltar en una buena merienda o una sobremesa con los amigos. Prepararlos no es difícil y merece la pena ponerse "con las manos en la masa" (nunca mejor dicho): si trabajas bien la levadura y sigues los pasos de la receta anterior, te quedarán impecables.

Estos delicados bollos tienen su origen en Alboraya, si bien se consumen en toda la Comunidad Valenciana. En los años 60 los Polo, una familia de horchateros procedentes de Algemesí, llegaron al municipio. Allí decidieron preparar un dulce que combinara bien con la horchata: debía ser esponjoso para absorber bien el líquido, caber perfectamente en el vaso y ser fácil de sujetar, más allá del pan duro y las rosquilletas.

Así nacieron los fartons, cuto nombre procede de la expresión "estic fart", es decir, "estoy lleno" o "estoy llena". Se trata de un dulce con la forma de las rosquilletas, pero mucho más tierno. Así, la familia Polo empleó la masa del tradicional panquemao valenciano y elaboraron un bollo alargado con una textura más ligera. Para completarlo, añadieron una capa de glaseado. 

Después empezadon a hornearlos con chocolate, hojaldrados, rellenos... Una delicia para la merienda y, sin duda, para los más golosos. 

En celebraciones, meriendas y sobremesas, los dulces tradicionales de nuestro país nunca fallan. Si lo tuyo es la repostería y te interesa aprender nuevas recetas, anímate con unas torrijas de la abuela de Valencia, unos huesillos (dulce típico de Extremadura) o unas casadielles asturianas. ¡No quedarán ni las migas!

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