Bizcocho sin harina

¿Ibas a preparar un bizcocho y te has dado cuenta de que es domingo y no te queda harina? Prueba nuestra receta, solo necesitas huevos, mantequilla, azúcar y chocolate fondant.

Dani Muntaner
Dani Muntaner
Cocinero

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Cocina Fácil / RBA / ORIOL ALEU
10 personas
35 min

3

(42 votos)

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Horno

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Sin gluten

Hay recetas que nacen del apuro y se convierten en imprescindibles. ¿A quién no le ha pasado? Te levantas con antojo de bizcocho, vas a sacar la harina y… sorpresa: ni rastro. Y claro, es domingo, o festivo, o hace frío para salir a comprar. En vez de renunciar al capricho, prueba esto: un bizcocho sin harina, hecho solo con chocolate fondant, huevos, mantequilla y azúcar. Parece magia, pero funciona.

Os aseguro que esta receta es una auténtica joya. No solo es fácil y rápida, sino que tiene una textura tan suave y jugosa que parece sacada de una pastelería. Por dentro queda húmedo, casi tipo brownie, y por fuera se forma una costrita ligera que hace contraste. No lleva levadura ni harina, así que es perfecto también para personas celíacas o que evitan el gluten. Eso sí, usa un chocolate de calidad, es la clave del éxito.

En casa la preparamos más veces de las que nos gustaría reconocer. Es de esos postres que solucionan cualquier comida improvisada, que gustan a todo el mundo y que puedes amoldar al gusto de tus comensales sin ningún problema, con virutas, nata, helado, fruta fresca… o tal cual, que es como más nos gusta. Si tienes 35 minutos y ganas de chocolate, este es tu postre.

Ingredientes paraBizcocho sin harina

  • 200 gramos de Chocolate fondant
  • 125 gramos de Mantequilla
  • 4 Huevos
  • 125 gramos de Azúcar
  • Virutas De Chocolate blanco

1. Monta las claras

Empieza separando las claras de las yemas con cuidado. Monta las claras a punto de nieve con una pizca de sal si quieres facilitar el proceso. Deben quedar firmes, como una nube, porque serán las que le den volumen al bizcocho.

2. Funde el chocolate

Trocea el chocolate fondant y colócalo en un bol resistente al calor junto con la mantequilla en dados. Fúndelo al baño María, removiendo suavemente hasta que esté liso y brillante. Retíralo del fuego y deja que pierda un poco de temperatura.

3. Bate las yemas con el azúcar

En otro bol, bate las yemas junto con el azúcar con varillas eléctricas o manuales. Hay que conseguir una mezcla muy espumosa, que triplique su volumen. Este aire es esencial para que el bizcocho no quede apelmazado

4. Integra el chocolate

Añade el chocolate fundido a la mezcla de yemas, removiendo suavemente. Después, incorpora poco a poco las claras montadas, con movimientos envolventes y mucha paciencia. No queremos que se bajen.

5. Hornea la masa

Precalienta el horno a 190 °C. Engrasa un molde redondo de unos 26 cm de diámetro (mejor si es desmontable) y vierte la mezcla. Hornea durante 25 minutos, sin abrir el horno para evitar que se baje.

6. Deja enfriar y decora

Saca el bizcocho del horno y déjalo enfriar sobre una rejilla antes de desmoldar. Puedes servirlo tal cual o decorarlo con virutas de chocolate blanco, azúcar glas o incluso con unas frutas rojas frescas si buscas un contraste más ácido.

El truco

Si quieres un sabor más profundo, puedes añadir una pizca de café soluble o una cucharadita de licor al chocolate fundido (tipo ron, brandy o licor de naranja). También puedes cambiar las virutas por nueces, avellanas o almendras picadas. Incluso, si te animas, una cobertura de ganache lo convierte en una tarta de celebración.

¿Por qué funciona sin harina?

Aunque parezca extraño, no todas las masas necesitan harina para cuajar. En este caso, la estructura se sostiene gracias a los huevos, que se montan bien y se cocinan en el horno, creando una especie de mousse cocida. El chocolate, al enfriar, también aporta cuerpo. El resultado es un bizcocho denso, húmedo y lleno de sabor, sin perder ligereza.

¿No tienes chocolate fondant? Puedes usar tabletas de chocolate negro normal, siempre que tengan al menos un 70 % de cacao. Eso sí, ajusta el azúcar si ves que es más dulce de lo normal.

Un pastel sin complicaciones que siempre queda bien

Este bizcocho sin harina es una de esas recetas que uno guarda para siempre. No solo porque está delicioso, sino porque se hace en menos de 35 minutos y sin ingredientes raros. Y aunque sea simple, tiene un sabor y una textura que sorprenden, incluso a los más exigentes.

En casa lo servimos muchas veces con helado de vainilla o con una cucharada de yogur griego y ralladura de naranja. Lo bueno es que se adapta a lo que tengas por la cocina y siempre queda bien. Es el postre perfecto para una comida improvisada, para llevar a una merienda o para esos días en los que necesitas algo dulce sin complicarte.

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