Para los más pequeños de la casa, la Navidad es sinónimo de vacaciones, de tardes de cine, de preparar dulces caseros, de juegos de mesa, de cabalgatas, de reencuentro con los primos...
Y aunque en su agenda hay dos días que brillan con luz propia –el 25 de diciembre y el 6 de enero, cuando les visitan Papá Noel, el Olentzero o los Reyes Magos cargados de regalos–, también esperan con entusiasmo las reuniones familiares.
Compartir mesa con los mayores les hace sentirse importantes. Pero para que no se agobien con las comidas, que habitualmente incluyen ingredientes o preparaciones desconocidas para ellos y poco aptas para sus paladares, lo mejor es ofrecerles sus platos preferidos presentados como si fueran bocados dignos de un gourmet. ¡Así el éxito está asegurado!
Un menú al gusto infantil, vestido de fiesta
Para empezar, puedes elegir con cualquiera de estas tres propuestas: unos pastelitos de patata, beicon y queso, unas porciones individuales y festivas de pasta con tomate y jamón o unos huevos con patatas paja. Puedes servirlo como una especie de bufé libre y que cada uno coja la porción de lo que le guste más. Los más mayores, seguro que lo prueban todo.
Si además, eliges una vajilla y unos elementos decorativos navideños infantiles, su zona será la envidia.
Para el plato principal, unos filetes de ternera cortados a su medida y preparados en forma de milanesa, no fallan. Alimenta y les encanta.
Y, de postre, lo mejor es preparar también unas raciones individuales, por si luego continúan con los turrones o los dulces típicos. Prueba estos bocaditos de chocolate, con su decoración festiva incluida en forma de pinchito.
También puedes servir unas galletas con motivos navideños o invitarles en la sobremesa a que las preparen ellos, con nuestras recetas, fáciles y aptas para manos inexpertas.