Esta es una receta clásica de ensalada, el zorongollo, que hoy te hemos preparado en versión aún más fácil y rápida. Con un pimiento asado, una cebolleta o cebolla tierna y un huevo duro montas un primer plato o una cena ligera en un momento, eso sí, si ya has comprado la conserva (buena) de pimientos asados, si no cuenta con 45 minutos aproximadamente para el asado... Y además de cuidar tu estómago, sigues la tradición de preparar recetas de toda la vida, de la abuela . Porque el zorongollo es un plato tradicional extremeño que, con ingredientes muy básicos, ha ido pasando de generación en generación. Es mejor utilizar cebolla tierna que cebolla seca, pues tiene un sabor más delicado. Y si quieres rebajar un poco su sabor, déjala en remojo con un poco de sal durante unos minutos. Por supuesto, unos pimientos asados caseros marcan la diferencia (y si estuvieran hechos a la brasa, con ese toque ahumado, aún más), pero si vives con prisa, un pimiento asado de una buena conserva también te sirve. Solo te quedará cocer el huevo . Recuerda: no más de 8 minutos para que quede perfecto su punto de cocción. Si te pasas, empezará a coger ese color grisáceo y alterarás un poco su sabor. El toque final, si quieres, es añadir al zorongollo un poco de atún en conserva de aceite, o bonito, y unas aceitunas rellenas . Pero esto es opcional, el zarangollo clásico solo lleva pimiento, huevo y cebolleta , bien aliñados con un chorro de aceite de oliva virgen extra y sal. ¡Ah! No te olvides de comprar pan, porque lo necesitarás... Esta ensalada, que se toma con ligeras variantes en muchos rincones de España, tiene su origen en la comarca extremeña de La Vera (Cáceres), donde se cultiva su excelente pimiento rojo , protagonista de esta receta. La receta original se basaba en asar pimientos y tomates juntos y luego además de sus propios jugos, se aliñaba con aceite de oliva y ajo. La técnica era asar ambos en el horno durante 45 minutos más o menos, dándoles la vuelta a todos a media cocción. Normalmente, el zorongollo suele presentarse en tierras extremeñas suele darse como acompañamiento de asados de carne como el cordero o de pescados, en su versión sencilla, pero con el resto de ingredientes (huevo duro, atún), se toma como entrante en ensalada.