Hay que ver lo que da de sí una tortilla . Desde la más básica (la tortilla francesa ) hasta la más famosa y typical spanish (la tortilla de patata ), pasando por las mil y una variantes de huevos mezclados con verduras, quesos, pescados, embutidos... Y es que la tortilla es una de esas recetas que puedes tunear fácilmente con tus ingredientes preferidos, mezclando unos con otros, o simplemente un recurso fácil para dar salida a lo que tengas en la nevera. Es lo que me ha pasado a mí con la tortilla que te propongo hoy . Tenía una bandejita de champiñones laminados en la nevera que hacía un par de días que daban vueltas y ya empezaban a ponerse negros (es algo que causa la oxidación, no afecta a su sabor pero sí a su aspecto, y si tienes en cuenta que cuando los cueces aún se oscurecen más, pues no quedan muy bonitos como acompañamiento). Así que pensé: ¿qué puedo hacer con estos champiñones? ¡Una tortilla! Podría haberla hecho solo de champiñones, pero para darle más jugosidad y sabor, decidí añadir cebolla caramelizada a la mezcla de huevos y setas. El resultado merece la pena. Queda muy sabrosa, muy jugosa y es muy ligera , perfecta para cenar. Como ves en el vídeo, yo he dejado la tortilla muy jugosa por dentro porque me gusta así. Pero si tú la prefieres más hecha y cuajada por dentro, solo tienes que alargar un poco la cocción. Pon el fuego bajito , para que no se queme por fuera y tenga tiempo de cocinarse bien y cuajarse por el interior. Esta tortilla es ideal para hacer también con cualquier variedad de seta , ya sea de temporada o de cultivo, o con una mezcla de diferentes tipos de setas (champiñón, seta de cardo, shiitake, boletus, portobello...). Incluso podrías hacerla con unas setas congeladas. Solo deberías tener la precaución de saltear bien las setas y esperar a que suelten toda el agua, cuando las mezcles con el huevo deben estar bien escurridas.