¿Tienes leche condensada y melocotón en almíbar en casa? ¡Entonces estás a un paso de preparar un delicioso helado casero ! Esta receta mezcla el dulce sabor de la leche condensada con la frescura del melocotón, además de nata y un toque de chocolate fundido. Es un postre muy fácil de hacer y perfecto para disfrutar en cualquier época del año, ¡incluso para el invierno! ¿Quién dijo que en invierno no se pueden tomar postres helados? Al contrario, en realidad, un postre fresquito apetece mucho después de una comida copiosa, y este helado casero es ideal porque como se prepara con melocotón en almíbar, siempre puedes elaborarlo, no tienes que esperar a que sea temporada de melocotón. Para servir este helado lo decoramos con unas pepitas de chocolate y unos hilos de chocolate fundido que le dan un extra de sabor y una textura crujiente que encanta a todos. Pero es solo una opción de presentación. Después de la receta te damos otras alternativas para que escojas la que más te guste. ¿Te gustaría aprender a prepararlo y deslumbrar a tus invitados? No te preocupes, es más sencillo de lo que imaginas. A continuación, te dejamos los ingredientes y el paso a paso para que puedas hacer este helado casero en casa y disfrutar de un postre que será el centro de atención en tu mesa. ¡Anímate a probarlo! ¡Consejos y variaciones para un helado perfecto! Para que tu helado quede más cremoso, bate la mezcla cada 2 o 3 horas mientras está en el congelador . Esto evitará que se formen cristales de hielo. Si te gusta un sabor más fuerte a fruta, añade un poco de puré de melocotón a la mezcla antes de congelarla. Si no tienes melocotones en almíbar, puedes usar mango o piña en conserva , y ajustar el almíbar al gusto. Si quieres darle un toque extra, puedes decorar el helado con trozos de galleta o nueces picadas , además de las pepitas de chocolate. Si prefieres un helado menos dulce, usa nata sin azúcar o pon menos leche condensada. A este helado también le van muy bien los copos de coco tostados o, en su defecto, el coco rallado. Espolvoréalo sobre el helado justo antes de servirlo. Y recuerda, saca el helado del congelador unos minutos antes de llevarlo a la mesa para que tenga la textura ideal, ni demasiado congelada ni deshecha. ¡Tus invitados quedarán encantados!