Helado casero de yogur griego y dulce de leche, postre facilísimo que te dará felicidad (con mi truco para hacerlo sin heladera)

¿Dudas entre tomar yogur o helado de postre? Pues no dudes más, porque mi receta de hoy une los dos en un solo postre. El helado más ligero y refrescante, 100% casero

Cristina Alvarez, directora de Cocina Fácil
Cristina Alvarez

Directora de Cocina Fácil y periodista especializada en gastronomía

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Cocina Fácil / RBA / Cristina Alvarez

Helado casero de yogur griego y dulce de leche
Cocina Fácil / RBA / Cristina Alvarez
6 personas
5 min

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Temporada:

Verano

Todo el año

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

"Me comería un helado, pero mejor me tomo un yogur". ¿Te suena la frase? Es una dicotomía que tenemos muchos a la hora del postre. Nuestro cuerpo nos pide helado, pero nuestra cabeza se resiste y nos lleva hacia el yogur.

Si esto te sucede tan a menudo como a mí, sigue leyendo porque la receta de hoy te va a encantar. Y si no te suele pasar, sigue leyendo también, porque el postre de hoy de Cocina Fácil tienes que probarlo porque está muy muy bueno.

Es un helado de yogur griego, así que en una misma receta combina dos de los postres más consumidos. Además, le añadimos un toque extra de sabor, dulce de leche, para hacerlo aún más irresistible. La proporción de dulce de leche no es excesiva (así no cargamos el postre de calorías), el ingrediente mayoritario es el yogur griego. 

Para prepararlo en casa no necesitas tener una heladera. Te bastará un bol, varillas eléctricas y un recipiente de metal o de cristal para congelar el yogur.

Helado casero de yogur y dulce de leche
Cocina Fácil / RBA / Cristina Alvarez

Ingredientes paraHelado casero de yogur griego y dulce de leche, postre facilísimo que te dará felicidad (con mi truco para hacerlo sin heladera)

  • 150 gramos de dulce de leche
  • 250 gramos de yogur griego natural
  • 25 gramos de azúcar moreno
  • 200 gramos de nata para montar
  • Para decorar
  • 3 cucharadas de almendra en granillo

1. Semimonta la nata

Vierte la nata en un bol amplio. Es muy recomendable que la hayas tenido un ratito en el congelador, porque si está muy fría, monta mejor. Empieza a batirla con varillas eléctricas hasta que esté semimontada.

2. Agrega el azúcar y el yogur

Cuando la nata empiece a estar firme, incorpora el azúcar y vuelve a batir para integrarlo. Luego, añade el yogur griego y mezcla bien para obtener una crema homogénea.

3. Añade el dulce de leche

Ahora agrega el dulce de leche y remueve con unas varillas manuales. No hace falta que quede integrado del todo.

4. Vierte la crema en un recipiente

Pasa la crema obtenida a un recipiente apto para congelación, por ejemplo de metal, cristal o metacrilato. Lo mejor es que te quede una capa de crema de unos 5 centímetros de grosor como máximo, así que escoge un recipiente de tamaño adecuado. El que hemos usado en Cocina Fácil mide 23 x 16 centímetros. Tápalo con film y lleva al congelador.

5. Rompe los cristales

A los 30 o 45 minutos, saca el helado del congelador y remuévelo con un tenedor. Verás que habrá empezado a congelarse, lo que queremos es romper los cristales de hielo que se están formando para obtener un helado cremoso. 

5. Repite la operación

El helado estará listo a las 4 horas (aproximadamente) de estar en el congelador. Durante este tiempo, cada 30-45 minutos deberás repetir la operación de romper los cristales de hielo, removiendo el helado con un tenedor.

6. Emplata y sirve

Retira el helado del congelador unos 5-10 minutos antes de servirlo, para que esté cremoso y puedas hacer bolas con facilidad. Espolvorea con granillo de almendras tostadas y sirve enseguida.

Como has visto en la receta, el yogur griego que hemos usado en Cocina Fácil es natural y sin azúcar ni edulcorantes añadidos. Ten en cuenta que el dulce de leche ya aporta dulzor y además, añadimos a la receta un poco de azúcar moreno (solo 25 gramos), porque tampoco queremos matar el sabor natural del yogur.

Usamos yogur griego porque así conseguimos un helado más cremoso, pero también puedes utilizar otro yogur o el que sea tu preferido.

Con esta misma técnica y sin heladera puedes preparar helados caseros de muchos sabores, como los de melocotón y frambuesa del artículo que tienes sobre estas líneas. 

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