Esta tarta es un verdadero espectáculo . Y es que, a una base de galleta mezclada con mantequilla (el clásico crumble que le pondrías a una tarta de queso) se le une un relleno de bizcocho de limón y leche condensada y una decoración de nata montada y pedacitos de chocolate con arroz inflado. Como te puedes imaginar, el contraste de texturas es inigualable : el bizcocho está tierno y jugoso, pero la base es crujiente. La nata es suave y cremosa y los trocitos de chocolate crujen como si no hubiera un mañana... Y en cada bocado tienes el sabor de las galletas con mantequilla (que con la cocción en el horno quedan super crujientes), el del bizcocho de limón y leche condensada, el de la nata y el del chocolate. No creas que es una tarta difícil de hacer , ¡para nada! Es mucho más laborioso preparar un layer cake (un pastel con varias capas de bizcocho y relleno), pero lo puede sustituir sin problema en una fiesta de cumpleaños o cualquier otra celebración para la que necesites preparar una tarta. Lo que tarda más rato en cocinarse, como es lógico, es el bizcocho. Así que si quieres, empieza por él y mientras lo tengas en el horno, haces la base de galleta y mantequilla. Es importante que la base esté un rato en la nevera, porque a temperatura ambiente la mantequilla no volverá a endurecerse. Y luego, cuando ya tengas la tarta fuera del horno y estés esperando a que se enfríe (ni se te ocurra cubrirla con la nata montada estando aún caliente), preparas la decoración. En total, unos 40 minutos . Alternativas para tu tarta suflé de bizcocho En lugar de utilizar galletas maría, elige otras galletas que te gusten (o que tengas en casa). Por ejemplo, puedes utilizar galletas digestive, que son las más habituales cuando haces una tarta de queso con base de galletas, o galletas de las cuadradas, napolitanas... El chocolate con arroz inflado es ideal para esta tarta porque aporta un toque muy crujiente. En la receta utilizamos chocolate negro, pero el chocolate con leche también le queda muy bien. Y si lo prefieres, puedes utilizar cualquier chocolate que tenga algo crujiente dentro: quicos, caramelo, galletas... Hay muchas variedades distintas en el mercado.