Tarta San Marcos, el pastel de bizcocho, nata y yema quemada de los monjes de León

Una tarta clásica y tradicional que hace las delicias de los más golosos. Con yema quemada por encima y muy fresquita, es perfecta para todo el año, un clásico que siempre queda bien

Cristina Alvarez, directora de Cocina Fácil
Cristina Alvarez

Directora de Cocina Fácil y periodista especializada en gastronomía

Cargando vídeo: Tarta San Marcos (pastel de yema y nata)

Tarta San Marcos (pastel de yema y nata)
6 personas
90 min

4

(36 votos)

Dieta:

Mediterránea

Temporada:

Todo el año

Verano

Técnica:

Horno

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Media

La tarta San Marcos tiene siglos de historia. Es una de las más tradicionales de nuestra reposteria. Su nombre se lo debe al convento de San Marcos de León y el origen de la tarta tiene dos teorías.

La primera teoría cuenta que la tarta se debe al homenaje que los monjes del monasterio hicieron a la infanta que lo visitó. 

La segunda, cuenta que la tarta se creó como un homenaje a los peregrinos que llegaban al monasterio durante su travesía hacia Santiago de Compostela. Los monjes, conocidos por su hospitalidad, querían ofrecer un postre especial para recompensar el esfuerzo de los viajeros.

En cualquier caso, lo que está claro es que la tarta se inventó como un regalo, y realmente sigue siendo un regalo para el paladar, porque es uno de los pasteles más finos y elegantes que tenemos en nuestro recetario.

La tarta San Marcos se elabora con varias capas de bizcocho esponjoso empapado en almíbar para darle una textura húmeda y jugosa. Entre estas capas se alternan capas de nata montada y/o trufa (nata con chocolate). Sin embargo, lo más característico de esta tarta es su cobertura de yema tostada, una crema dulce a base de yema de huevo y azúcar que le otorga un delicioso sabor a caramelo quemado.

Es una tarta laboriosa pero no difícil de hacer. Y uno de los secretos es montar bien la nata. Mira en nuestro vídeo la técnica para hacerlo.

Ingredientes paraTarta San Marcos, el pastel de bizcocho, nata y yema quemada de los monjes de León

  • para el bizcocho
  • 220 gramos de harina
  • 4 gramos de levadura en polvo
  • 200 gramos de azúcar glas
  • 4 huevos
  • 1 gramo de sal
  • 110 gramos de nata líquida
  • 80 gramos de mantequilla
  • para la yema tostada
  • 4 yemas de huevo
  • 170 gramos de azúcar
  • 20 gramos de harina de maíz
  • para el relleno
  • 550 gramos de nata para montar
  • 160 gramos de azúcar
  • 40 gramos de cacao en polvo

1. Bate los huevos con azúcar, sal y nata

Casca los huevos en un bol amplio, añade el azúcar, la sal y la nata y bátelos con varillas eléctricas hasta que estén integrados.

2. Añade la harina y la levadura

Tamiza 200 gramos de harina y la levadura sobre la mezcla anterior y remueve hasta integrarlas.

2. Añade la harina y la levadura

3. Agrega la mantequilla

Trocea 70 gramos de mantequilla en un bol y derrítelos en el microondas, en intervalos de 5 o 10 segundos para que no se queme. Con cuidado, retira el bol del microondas e incorpora la mantequilla a la masa. Remueve para que se integre bien.

4. Vierte la masa en el molde y hornea el bizcocho

Unta un molde redondo desmontable con mantequilla y enharínalo ligeramente. Dale la vuelta y golpéalo por la base para eliminar el exceso de harina. Vierte la masa del bizcocho en su interior y cuécelo, 45 minutos, en el horno precalentado a 150o.

5. Prepara la yema

Cuece en un cazo 50 mililitros de agua con 150 gramos de azúcar durante 2 minutos. Bate las yemas de huevo en un bol con la maicena, con las varillas eléctricas. Cuando se hayan integrado, ve incorporando el almíbar poco a poco y calienta hasta que empiece a hervir, sin dejar de remover. Cuando llegue al punto de ebullición, vierte la yema en una fuente, cubre con film y deja enfriar.

6. Monta la nata

Vierte la nata en un bol y empieza a montarla con las varillas manuales o eléctricas. Cuando esté semimontada, añade el azúcar y termina de montarla. Divide la nata en dos partes iguales. Una resérvala tal cual y a la otra, añádele el cacao y vuelve a batir para obtener la trufa.

6. Monta la nata

7. Empieza a montar la tarta

Una vez el bizcocho esté frío, nivela la parte superior cortando lo que sobre con un cuchillo de sierra para dejarlo liso. Luego, corta el bizcocho en 3 discos del mismo grosor (lo ideal es hacerlo con una lira, un utensilio especial para cortar un bizcocho en discos) y superponlos. Cúbrelos con la yema que habías reservado, espolvoréalos con el azúcar restante y quema la superficie con la plancha especial o con un soplete de cocina.

7. Empieza a montar la tarta

8. Rellena la tarta

Separa de nuevo los tres discos de bizcocho y reserva la parte superior, la que está cubierta con yema tostada, en el congelador. Extiende una capa de trufa sobre otro de los discos de bizcocho y coloca encima el último disco de bizcocho. Cúbrelo con la nata y luego con el bizcocho de yema tostada. Elimina el sobrante de los rellenos de los laterales de la tarta con una espátula.

8. Rellena la tarta
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