Sopa ribollita, el potaje tradicional de la abuela toscana ideal para los días fríos

Descubre la magia de la ribollita, el potaje toscano que reconforta como un abrazo en los días fríos. ¡No te lo pierdas!

ruth puig cocina facil
Ruth Puig

Periodista especializada en gastronomía

Sopa ribollita de la abuela toscana
Istock
6 personas
60 min

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Dieta:

Mediterránea

Temporada:

Invierno

Tipo Plato:

Primeros platos y entrantes

Precio:

€ €

Dificultad:

Media

¿A quién no le apetece un buen plato de cuchara con este frío? Los potajes de la abuela nos transportan a la infancia y son como un abrazo para el cuerpo y el alma. ¡Tienen algo mágico! Pero no solo en nuestra gastronomía hay potajes tradicionales. En Italia, por ejemplo, tienen la deliciosa ribollita. ¡No te la pierdas!

La ribollita es una sopa típica de la Toscana, perfecta para los días fríos. Es un plato sencillo, pero lleno de sabor y muy nutritivo, ideal para reconfortar el cuerpo y dar energía. Se prepara con legumbres, verduras frescas y pan, convirtiéndola en una comida completa. Además, como muchas sopas tradicionales, está aún más rica al día siguiente.

Lo mejor de la ribollita es que se adapta a todo. Aunque la receta original lleva ingredientes como los cannellini (un tipo de alubia blanca italiana, pequeña, alargada y de textura cremosa), también puedes usar alubias blancas tradicionales, como las que conocemos en España. Además, es perfecta para aprovechar las verduras que quedan en la nevera. Aquí te explicamos cómo prepararla paso a paso para que disfrutes este plato delicioso en casa.

Ingredientes paraSopa ribollita, el potaje tradicional de la abuela toscana ideal para los días fríos

  • 200 gramos de cannellini o alubias blancas
  • 300 gramos de repollo blanco
  • 300 gramos de col rizada
  • 2 dientes de ajo
  • 1 zanahoria
  • 1 cebolla morada
  • 100 gramos de apio
  • 2 tomates pera
  • 2 patatas para cocer
  • 1 cucharadita de tomillo molido o fresco
  • 1 manojo de albahaca fresca picada
  • Pan de hogaza duro (preferentemente 6 rebanadas de pan integral o centeno)
  • Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Queso parmesano rallado

1. Prepara las alubias

La noche anterior, pon las alubias en remojo con agua templada y un puñado de sal. Deja que reposen durante al menos 10-12 horas. Al día siguiente, enjuaga bien las alubias y cocínalas en abundante agua con un poco de sal. Este proceso tomará entre 45 minutos y 1 hora y media, dependiendo de la variedad de las alubias.

2. Prepara las verduras

Mientras las alubias se cocinan, pela y corta las patatas, zanahorias, apio, tomates y cebolla en trozos pequeños. Lava y corta el repollo y la col rizada en tiras de unos 2 centímetros de ancho. Pica finamente los dientes de ajo. Reserva las verduras.

3. Cocina la sopa

En una cazuela grande, calienta 50 mililitros de aceite de oliva virgen extra. Sofríe la cebolla, el ajo y el apio junto con el tomillo hasta que estén blandos. Añade las zanahorias, tomates y patatas, seguido de las coles y el repollo. Salpimenta al gusto y cocina a fuego alto durante unos 10 minutos. Luego, agrega el agua de la cocción de las alubias hasta que cubra las verduras, y cocina durante otros 40 minutos a fuego bajo.

4. Añade las alubias y albahaca

Incorpora las alubias cocidas y la albahaca fresca picada. Remueve bien para mezclar los sabores y ajusta la sal si es necesario. Cocina durante unos minutos más y retira del fuego.

5. Prepara el pan y sirve

Tuesta el pan con un poco de aceite de oliva. Sirve la sopa colocando una rebanada de pan en el fondo de cada plato y añadiendo un cucharón de la mezcla de verduras. Repite con otra capa de pan y verduras. Finaliza con un toque de queso parmesano rallado y un chorrito de aceite de oliva. Si prefieres una versión más ligera, puedes omitir el pan y el queso.

¡Trucos para un resultado perfecto!

La ribollita es una sopa que mejora con el tiempo, por lo que te recomendamos prepararla con antelación y dejarla reposar al menos un par de horas antes de servir. Un truco para conseguir una textura más cremosa es machacar algunas de las alubias con un tenedor antes de añadirlas a la sopa. Esto dará cuerpo a la mezcla sin necesidad de usar una batidora. Además, si te sobra sopa, puedes guardarla en la nevera o incluso congelarla para disfrutarla en otro momento. Y recuerda, la clave está en usar ingredientes frescos y de calidad para obtener una sopa deliciosa y llena de sabor. ¡Buen provecho!

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