Rosquillas de yogur y limón, un postre de pueblo sin horno y con pocos ingredientes, ¡en solo 15 minutos!

Crujientes por fuera, blanditos por dentro y con un sabor tan irresistible que querrás comerlas una y otra vez.

Cristina Alvarez, directora de Cocina Fácil
Cristina Alvarez

Directora de Cocina Fácil y periodista especializada en gastronomía

Rosquillas de pueblo
Istock
4 personas
15 min

5

(2 votos)

Temporada:

Todo el año

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Imagínate el escenario: un día de invierno, hace frío y te apetece comer algo dulce. Vas al armario de la despensa y no queda rastro de aquel paquete de galletas. Tampoco te queda chocolate. ¿Qué puedes hacer? Yo lo tendría clarísimo: prepararía unas rosquillas de pueblo como las de la foto, deliciosas y perfectas para cualquier momento del día.

Para prepararlas necesitas muy pocos ingredientes que seguro que tienes en casa. Yogur (idealmente azucarado, si es natural necesitarás añadir un poco de azúcar a la receta que te daré), harina, levadura, limón y azúcar glas. Es un postre fácil que podrás preparar siempre que quieras, en poco tiempo.

Preparar la masa es tan sencillo como mezclar todos los ingredientes hasta obtener una pasta maleable. La dejas reposar unos minutos a temperatura ambiente (mientras, puedes ir calentando el aceite para freír las rosquillas) y luego ya les das forma de rosquilla. Las fríes hasta que estén doradas por los dos lados, las bañas con una lluvia de azúcar glas y ya tienes tu antojo solucionado.

Ingredientes paraRosquillas de yogur y limón, un postre de pueblo sin horno y con pocos ingredientes, ¡en solo 15 minutos!

  • 2 yogures griegos azucarados
  • 250 gramos de harina
  • 10 gramos de levadura en polvo
  • La ralladura de 1 limón
  • Azúcar glas

1. Prepara la masa

Vierte los yogures en un cuenco amplio. Añade la harina en 3 veces, removiendo cada vez para integrarla con los yogures. En la segunda tanda de harina, añade también la levadura. Y en la tercera tanda de harina, agrega la ralladura de limón. Verás que primero la masa resulta muy pegajosa y es mejor que la remuevas con una espátula. A medida que vayas añadiendo harina, la masa se despegará de las paredes del cuenco y tendrás que trabajarla con las manos.

2. Deja reposar la masa

Una vez tengas la masa lisa (debe quedarte compacta y un poco elástica), dale forma de bola y déjala dentro del cuenco. Un reposo de unos 5 minutos a temperatura ambiente es básico para que las rosquillas salgan perfectas.

3. Da forma a las rosquillas

Coge porciones de masa, del tamaño de una albóndiga más o menos, y dales forma de bolita primero, haciéndolas rodar entre las palmas de la mano. Luego aplástalas ligeramente y hazles un agujero central, clavándoles el dedo pulgar en el centro y haciendo grande el orificio con los dedos. Si no lo agrandas un poco, es posible que en la fritura se cierre (no pasa nada, pero dejarían de ser rosquillas para ser buñuelos).

4. Fríe las rosquillas

Pon al fuego una sartén con abundante aceite caliente. Ve friendo las rosquillas por tandas, a fuego no excesivamente alto porque no queremos que se quemen por fuera y se queden crudas por dentro. Fríe primero unos 2 o 3 minutos por un lado y luego 2 o 3 minutos por el otro, hasta que queden tostadas por ambos lados. 

5. Escurre y espolvorea con azúcar

Cuando las rosquillas estén doradas, retíralas del aceite y déjalas escurrir sobre un papel absorbente para retirar el exceso de aceite. Antes de servir, espolvorea las rosquillas con azúcar glas.

El agujero central de las rosquillas también tiene una razón de ser, no solo estética: permite que la masa se cocine perfectamente durante la fritura. Si no tuvieran agujero, es posible que la masa del centro de los dulces quedara un poco cruda. De ahí que sea básico hacer bien el agujero de las rosquillas.

En Cocina Fácil tenemos muchas otras recetas con agujero central. Por ejemplo, la receta de donuts caseros que siempre es bienvenida para la hora del desayuno o la merienda, y más aún si son hechos en casa con buenos ingredientes. Muy similar a las rosquillas de yogur, te proponemos esta receta tradicional de rosquillas a la canela, que aunque sean un poco más elaboradas, quedan riquísimas igualmente. Y si quieres disfrutar de unas rosquillas pero no quieres que estén fritas, no te pierdas las rosquillas de anís al horno.

Rosquillas esponjosas por dentro, crujientes por fuera

La masa de estas rosquillas queda muy esponjosa y eso es gracias al yogur griego. Y el exterior resulta crujiente gracias a la fritura. El único problema que pueden tener estas rosquillas es que te queden un poco aceitosas, pero los trucos para evitarlo son bien sencillos de seguir:

  • Calienta bien el aceite de freír antes de añadir las rosquillas a la sartén. Tiene que estar caliente, pero no humeante.
  • No pongas muchas rosquillas a la vez. Si lo haces, la temperatura del aceite bajará y las rosquillas absorberán demasiado aceite.
  • Deja escurrir las rosquillas sobre papel absorbente una vez las retires del aceite. Así les sacarás el exceso de grasa.
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