Las patatas no solo nos sirven fritas sin más como guarnición de un bistec o cocidas con piel y partidas al lado de un plato de pescado... Este humilde tubérculo nos puede servir para componer un plato estupendo y principal: como estas patatas gratinadas con bechamel , con su buen sofrito , huevos y queso rallado. ¡Una delicia! Como verás en la videorreceta que te hemos preparado hoy en Cocina Fácil, es un plato que no tiene apenas dificultad y el resultado es delicioso, con un presupuesto de lo más ajustado, ya que los ingredientes son los que siempre tienes en casa ... patatas, leche, harina, huevos, tomate, cebolla, ajo y queso. Lo que hace especial a esta receta es que la puedes adaptar todo lo que quieras. Puedes servirla como plato principal , acompañamiento o incluso como parte de un brunch . Su combinación de sabores y textura cremosa es ideal para cualquier momento del día. Además, las patatas gratinadas son un plato fantástico para compartir en reuniones familiares o con amigos . Al gratinarse, se consigue una superficie dorada y crujiente que las hace irresistibles, y el interior queda jugoso y lleno de sabor . Hay infinidad de recetas de patatas gratinadas que gustan a todo el mundo y te sacan de un apuro ya que todas ellas las puedes preparar con antelación y antes de servir solo debes gratinarlas. Te animamos a probar nuestras patatas gratinadas con bechamel, cebolla, tomate y huevo o las patatas rellenas con beicon y queso . Consejos para tus patatas gratinadas Para hacer la bechamel pasa por la sartén la harina con la mantequilla sin que se llegue a dorar y luego echa la leche, poco a poco, en hilo. No es necesario dejar que se espese demasiado porque luego se cuaja en el horno. Hemos cocido las patatas sin piel y ya en rodajas, que es más rápido, pero puedes cocerlas con piel y enteras, eligiéndolas del mismo tamaño, preferiblemente mediano, durante unos 20 minutos. La piel se saca mejor cuando aún están calientes. Los tomates se cortan a trozos para este sofrito y se aderezan con sal, pimienta y orégano. Puedes prepararlo en una fuente de horno grande o en cazuelitas cerámicas, en porciones individuales. Ahora hay una amplia gama en el mercado. Si quieres darle un toque más gourmet, puedes añadir ingredientes como jamón serrano, panceta o incluso setas en el sofrito. Estos añadidos le darán un sabor único que hará de este plato todo un éxito. Si lo que buscas es una versión más ligera, sustituir la leche entera por una versión desnatada o vegetal, como la bebida de avena, puede ser una gran opción. Igualmente, el queso rallado puede ser bajo en grasa y no cambiará demasiado el sabor.