He viajado mucho por España y esta es, sin duda, la mejor receta de callos tradicionales que he probado

Preparar callos en casa es casi un ritual, pero el resultado siempre merece la pena. Quedan absolutamente deliciosos con el contraste sabroso del chorizo y el jamón. ¡Pruébalos, no te arrepentirás!

Adrián Geralnik
Adrián Geralnik
Cocinero y fotógrafo

ANTOJOS TRADICIONALES: CALLOS, PATATAS BRAVAS Y COCA DE PATATAS CON CHISTORRA.

ANTOJOS TRADICIONALES: CALLOS, PATATAS BRAVAS Y COCA DE PATATAS CON CHISTORRA.

Cocina Fácil / RBA / PERE PERIS
4 personas
300 min

4

(4 votos)

Dieta:

Mediterránea

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Hervido

Rehogado

Tipo Plato:

Aperitivos y tapas

Primeros platos y entrantes

Segundos platos y platos principales

Precio:

€ €

Dificultad:

Media

Los callos son un plato icónico de la cocina española, una auténtica joya de la casquería que ha conquistado los paladares tanto de los amantes de las tascas como de los comensales más exigentes en los restaurantes de alta cocina. Este guiso, con su potente sabor y una textura melosa que enamora, es una oda a la cocina lenta, a esas recetas que, además de buen producto, necesitan mimo y una pizca de paciencia.

Si te da respeto preparar callos en casa, ¡tranquilo! Aunque requieren tiempo, son mucho más fáciles de hacer de lo que piensas. Solo necesitas buenos ingredientes, un poco de organización y ganas de disfrutar de uno de los platos más tradicionales de la gastronomía española.

Además, prepararlos en casa es una experiencia que te va a conectar con la cocina de siempre, esa que siempre te recompensa con un plato cálido e inolvidable. Y, por si fuera poco, el olor que llenará tu casa mientras se cocinan será irresistible.

Ingredientes paraHe viajado mucho por España y esta es, sin duda, la mejor receta de callos tradicionales que he probado

  • 250 gramos de callos
  • pimienta negra
  • 100 gramos de chorizo
  • 4 ajos
  • 100 gramos de jamón serrano
  • 2 zanahorias
  • 2 cebollas
  • 3 tomates
  • 1/2 litro de vino blanco
  • 1 pimiento choricero
  • 300 gramos de morro de cerdo
  • perejil
  • 2 cucharadas de harina
  • vinagre
  • 1 cucharada de pimentón dulce
  • 3 cucharadas de manteca de cerdo
  • laurel
  • tomillo
  • romero

1. Limpieza de los callos

Lava los callos y el morro de cerdo bajo agua fría. Luego, corta ambos en dados y colócalos en un bol con agua, vinagre y una pizca de sal. Déjalos reposar durante 30 minutos para eliminar cualquier impureza.

2. Primera cocción

Enjuaga los callos y el morro, y ponlos en una olla grande con agua limpia. Lleva a ebullición y, cuando el agua hierva, deséchala. Vuelve a cubrir con agua, añade el vino blanco, sal, pimienta negra, una cebolla troceada, laurel, tomillo y romero. Cocina a fuego lento durante 3 horas.

3. Sofrito de jamón y chorizo

Mientras los callos se cuecen, pela y pica las zanahorias, la otra cebolla y los dientes de ajo. Trocea el chorizo y el jamón serrano en dados pequeños. En una cazuela, funde la manteca de cerdo y sofríe el chorizo y el jamón durante unos 4 minutos. Retira y reserva.

4. Prepara la base del guiso

En la misma cazuela, añade las verduras picadas y el pimiento choricero troceado. Sofríe a fuego medio hasta que estén tiernas. Incorpora el pimentón dulce, remueve rápidamente para evitar que se queme, y añade los tomates rallados. Cocina durante 6 minutos, ajusta de sal y pimienta, y espolvorea la harina para espesar la salsa.

5. Finaliza el guiso

Añade los callos y el morro cocidos al sofrito junto con el líquido de cocción. Incorpora el jamón y el chorizo reservados. Cocina a fuego lento durante 30 minutos más, removiendo de vez en cuando para que los sabores se mezclen.

6. Sirve y disfruta

Reparte los callos en platos hondos, decora con un poco de perejil fresco picado y acompaña con pan crujiente para mojar en la deliciosa salsa.

Guarniciones para acompañar los callos

Los callos son tan contundentes que a menudo se sirven como plato único, pero hay guarniciones clásicas que los complementan a la perfección:

  • Garbanzos: Los callos con garbanzos son una combinación muy popular en varias regiones de España.
  • Patatas fritas: Un toque sencillo que ayuda a absorber la rica salsa.
  • Pan artesanal: Un imprescindible, porque mojar en la salsa es casi obligatorio.

Los callos son más que un simple guiso, son una tradición culinaria que ha pasado de generación en generación, adaptándose a los tiempos, pero sin perder su esencia. Aunque su origen está en las cocinas humildes, su sabor intenso y su textura han hecho que este plato conquiste las mesas de restaurantes de alta categoría.

Si aún no te has atrevido con los callos, esta es tu oportunidad para descubrir lo sencillo que puede ser preparar este plato. Te aseguro que, con esta receta, conseguirás unos callos tiernos, sabrosos y con una salsa que no te va a dejar indiferente.

Ponte manos a la obra, prepara una cazuela grande y disponte a disfrutar de un plato que representa lo mejor de la cocina tradicional española. ¡Tus comensales se van a quedar con la boca abierta!

 

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