La receta que hoy os traemos desde Cocina Fácil parte de la base de una coca tradicional , a la que se le agregan unas pinceladas de sabor que la convierten en única. Las cocas, originarias de la cocina mediterránea, son masas planas horneadas que se pueden acompañar de ingredientes dulces, como frutos secos, manzana o miel o salados, vegetales, como por ejemplo pimientos, tomates o cebollas , e incluso pescados como anchoas o sardinas . La combinación de queso y chistorra recuerda la esencia de una coca salada, pero mucho más fácil de hacer porque, para la base, usamos una masa de pizza comprada. Si quieres darles forma de tartaleta, como las de la foto, deberás utilizar unos moldes, pero si no tienes o no quieres complicarte la vida, ¡prepáralas planas! Y si la receta te encanta pero quieres preparar tú la masa en casa, no te pierdas cómo hacerla . Este plato es pura tentación, ideal para esos días en los que te apetece un bocado que combine sabor, tradición y sencillez. Las tartaletas o minicocas con chistorra gratinadas al horno son súper fáciles de preparar y sirven para casi todo , desde el centro de una mesa de aperitivos de la más selecta de las reuniones, hasta el plato único de una cena distendida, pasando por el primer plato de una fantástica comida de domingo con la familia. Te aseguro que con esta receta el triunfo está más que asegurado. Si quieres llevar esta receta al siguiente nivel, pon atención a estos cuatro consejos , te aseguro que funcionan a las mil maravillas. Prepara una base de patatas: en lugar de una masa de pizza, haz la base de rodajas de patata crujiente. Deberás cortarlas muy finas con una mandolina, freírlas ligeramente y luego disponerlas un poco acaballadas entre ellas formando un círculo. Opta por variedades como Monalisa o Kennebec, que son ideales para fritura y horno. Añade hierbas aromáticas : Espolvorear romero o tomillo fresco antes de hornear dará un toque extra de sabor y un toque italiano que te recordará a las mejores pizzas. Juega con los quesos : Si la mozzarella no se cuenta entre tus quesos favoritos, prueba con una mezcla de parmesano y cheddar, a mí siempre me funciona y se consigue un gratinado más intenso de color y sabor. Este plato combina varias de las cositas que más me gustan en la cocina, el crujiente de la base de pan, el sabor inconfundible de la chistorra y la cremosidad inimitable del queso gratinado. Os aseguro que la combinación de texturas y sabores roza la perfección . Ideal como aperitivo, para compartir o incluso para llevar en el táper a la oficina, estas minicocas se adaptan a cualquier ocasión. ¡Un capricho que nunca falla! Ponte manos a la obra, sigue la receta original o dale tu toque personal si te apetece, y sorprende a tus invitados con una receta que, aunque sencilla, hará aplaudir con intensidad hasta a los paladares más exigentes. ¡Seguro que se convertirá en un clásico de tu cocina!