Hablar de Dabiz Muñoz es mencionar a uno de los chefs más atrevidos y creativos de la gastronomía española. Con tres estrellas Michelin y restaurantes como DiverXO o StreetXO, ha sabido conquistar a los paladares más exigentes a base de innovación y contrastes sorprendentes. Sin embargo, lo que pocos imaginaban es que también domina como nadie las recetas más tradicionales. En su cuenta de Instagram, Dabiz compartió una versión de los filetes rusos pensada para su hija Laia, y sus trucos se han vuelto virales en cuestión de horas. Porque, seamos sinceros, si alguien sabe cómo hacer que una receta de toda la vida sepa a gloria, es él.
Personalmente, me encantan los filetes rusos. Desde que tengo niños rondando por la cocina, esta receta sencilla se ha convertido en un básico de mi repertorio. Gracias a los trucos de Dabiz, ahora me salen siempre perfectos. Así que, si tú también quieres sorprender a los tuyos, toma nota de estos cuatro secretos que marcarán la diferencia.
Cocina Fácil / RBA / JAIME FERRER
1. Utiliza solomillo de pollo picado a cuchillo
El primer consejo de Dabiz es sencillo pero fundamental: usar solomillo de pollo en lugar de pechuga. La razón es clara: la pechuga, aunque magra, tiende a quedar seca. Al optar por el solomillo y picarlo a cuchillo en lugar de comprar carne picada industrial, consigues una textura mucho más jugosa y sabrosa. Según el chef, este paso es crucial para que los filetes no pierdan jugos durante la cocción. “Picar la carne a cuchillo permite controlar la textura y evitar que se convierta en una pasta”, explica.
Además, el hecho de picar la carne tú mismo te garantiza que no llevará aditivos ni conservantes. Es un poco más laborioso, sí, pero la diferencia te aseguro que merece la pena.
2. Miga de pan remojada en bebida de avena
Este truco me dejó con la boca abierta. En lugar de utilizar pan remojado en leche tradicional, Dabiz apuesta por la bebida de avena. La clave, según cuenta, es elegir una sin azúcar ni sal para que no altere el sabor de la carne. La miga remojada ayuda a mantener la humedad dentro del filete, creando una textura casi de mousse que se deshace en la boca. “Es un truco que aplico habitualmente a las albóndigas y funciona de maravilla”, asegura.
Lo probé y tengo que reconocer que es un antes y un después. La bebida de avena aporta suavidad sin restar protagonismo a los sabores principales. Además, es una opción genial si tienes a alguien en casa que no tolera bien la leche.
3. Especias para elevar el sabor
Los filetes rusos de Dabiz no llevan ni sal ni azúcar añadidos, pero no por eso son sosos. El chef utiliza una mezcla de orégano, ajo en polvo y nuez moscada para potenciar el sabor de la carne. El truco está en ser generoso, pero sin pasarse, para no tapar los matices de la carne de pollo. “Las especias ayudan a realzar los sabores naturales sin necesidad de sal”, comenta el chef.
Este consejo me viene de maravilla porque, con los niños, siempre intento controlar la sal. Además, las especias aportan un aroma increíble a la cocina mientras los filetes se van haciendo a fuego lento.
4. La cocción: a fuego lento y con mimo
Aquí no hay secretos: el fuego lento es la clave de todo. Cocinar los filetes despacio, sin prisas, permite que se doren por fuera mientras permanecen jugosos por dentro. Dabiz recomienda sellarlos primero a fuego medio-alto para que formen una costra dorada y luego bajar la temperatura. “Así consigues un contraste perfecto entre el exterior crujiente y el interior jugoso”, afirma.
Un truquito de mi propia cosecha ¡Nunca falla!
Una cucharadita de mostaza Dijon puede hacer milagros. Aunque este truco no viene de Dabiz, me permito añadirlo porque de verdad marca la diferencia. Mezclada con la carne, aporta un puntito picante y un sabor profundo que combina genial con las especias que sugiere el chef. Si nunca lo has probado, te lo recomiendo.
¿Y para acompañar? Aquí el abanico es amplio. Dabiz sugiere servir los filetes rusos con una salsa ligera de tomate casero o simplemente con unas patatas asadas. Personalmente, creo que también quedan de lujo con un puré de patatas cremoso o incluso con arroz blanco, para aprovechar bien la salsa.
La clave: ingredientes sencillos tratados con maestría
Al final, el éxito de estos filetes rusos no está en ingredientes caros ni técnicas complicadas, sino en cuidar los detalles. Picar la carne a cuchillo, elegir bien las especias, remojar el pan en bebida de avena... son pequeños gestos que transforman una receta de toda la vida en un plato memorable.
Así que si quieres sorprender a los tuyos este fin de semana, ya sabes qué preparar. Siguiendo estos trucos y añadiendo algún toque personal, estoy seguro de que tus filetes rusos se convertirán en los favoritos de la casa. ¡Anímate a probarlos y ya me contarás!