Finalmente, un inglés, un francés y un español, nos ponemos de acuerdo en algo: la forma perfecta de cocer un huevo. Puede que cocer un huevo no sea lo más importante del mundo, pero por algo hay que empezar. Los grandes maestros de la cocina inglesa y francesa Heston Blumenthal, Yannick Alléno siguen estrategias similares para que la más sencilla de las técnicas culinarias, el huevo cocido, alcance la perfección. Yo humildemente aporto mi granito de arena que complementa a la perfección las técnicas de estos dos semidioses de la cocina.
El huevo es un alimento que ha acompañado al ser humano desde que el tiempo es tiempo. Forma parte de nuestra dieta por su versatilidad y valor nutricional. Rico en vitaminas, minerales y proteínas, es un verdadero tesoro para nuestra salud. Aunque existen técnicas culinarias avanzadas que permiten obtener resultados espectaculares y sorprendentes, a veces lo más sencillo es también lo más delicioso. Para mí, unos simples huevos cocidos, espolvoreados con un buen aceite de oliva virgen extra y un toque de pimentón, son un auténtico manjar digno de reyes. Lo básico, cuando se hace bien, puede ser extraordinario.
Heston Blumenthal: el enfoque científico del cocido perfecto
Heston Blumenthal, célebre chef británico con tres estrellas Michelin, defiende un método científico para cocer huevos. “Coloca los huevos en agua fría y caliéntala lentamente hasta que comience a hervir. Después, apaga el fuego y deja que los huevos reposen en el agua caliente durante seis minutos” exactos. Este método, según él, asegura una cocción uniforme, evitando que la clara se endurezca demasiado o que la yema quede seca.
Yannick Alléno ahonda más en la materia
Yannick coincide con Blumenthal en dos premisas, empieza con agua fría y reposa los huevos antes de sacarlos del agua. Pero fiel a su estilo, la cocción es mucho más reposada. “Coloca los huevos en la cazuela y alcanza la temperatura ideal de 63 °C, ni uno más ni uno menos, es la mejor manera de lograr una clara tierna y una yema cremosa”, afirma el chef francés.
Siguiendo esta técnica y con esta temperatura, la cocción de los huevos se alarga hasta los 45 minutos. Una cocción a baja temperatura, que he probado y que es perfecta para conseguir huevos de clara consistente y muy delicados de cremosidad.
Lo más interesante es que, aunque Heston Blumenthal y Yannick Alléno emplean técnicas distintas, ambos buscan lo mismo: la perfección en la sencillez. Uno utiliza el control del tiempo y otro, la precisión de la temperatura, pero ambos coinciden en que la clave es tratar al huevo con el respeto que merece. Yo, desde mi humilde experiencia, no puedo estar más de acuerdo. He probado ambas técnicas, y puedo confirmaros que, dependiendo de cómo os guste el huevo, cualquiera de estos métodos os permitirá alcanzar el resultado perfecto.
Ahora, con estas técnicas aprendidas, tenéis en vuestras manos la clave para lograr todas las versiones posibles de huevos cocidos: desde el más pasado hasta el más cremoso. Aquí tenéis un desglose para que elijáis vuestro punto ideal contando el tiempo desde que la cazuela empieza a hervir.
- 1. Huevo pasado por agua (3 a 5 minutos)
La reina de los desayunos. Cocinar un huevo pasado por agua consiste simplemente en hervirlo entre 3 y 5 minutos. El truco está en que la clara queda cuajada, pero la yema permanece líquida, ideal para mojar con un buen trozo de pan. No lo dejes enfriar mucho, lo mejor es comerlo calientito.
- 2. Huevo mollet (6 a 7 minutos)
El huevo mollet es el equilibrio perfecto. Si lo hierves entre 6 y 7 minutos, obtendrás una clara firme pero una yema que todavía está lo suficientemente cremosa como para ser irresistible. Es ideal para ensaladas, sobre tostadas o incluso para coronar un ramen casero.
- 3. Huevo cocido clásico (9 a 12 minutos)
El huevo cocido de toda la vida es el que se cuece entre 9 y 12 minutos. La clara queda completamente cuajada y la yema sólida, pero sin pasarse. Perfecto para ensaladas, huevos rellenos o para un clásico bocadillo de huevo. Un consejo: si no quieres que la yema se ponga verdosa, no lo dejes en el agua caliente demasiado tiempo después de cocerlo. ¡Al agua fría de inmediato!
- 4. Huevo duro (12 minutos o más)
Para aquellos que prefieren un huevo más firme, este es el indicado. Con más de 12 minutos de cocción, tanto la clara como la yema quedan completamente duras. Suele utilizarse en platos como ensaladas o guarniciones, donde se busca un huevo más compacto y sin sorpresas de textura.
Si optáis por la cocción a baja temperatura de Yannick Alléno, no hay problema, deberéis simplemente multiplicar por 4 los tiempos de cocción de cada una de las versiones.
Coincido con estos gigantes de la cocina en que la clave está en la precisión y en entender cómo el tiempo y la temperatura afectan al huevo. Aplicar estos consejos es un excelente punto de partida para perfeccionar técnicas más complejas en la cocina. Así, juntos demostramos que, al menos cuando se trata de cocer un huevo, un inglés, un francés y un español, podemos estar perfectamente de acuerdo.
Siguiendo estos consejos, podrás cocer huevos con la certeza de que estarán cocinados de manera óptima, con claras tiernas y yemas cremosas.