¿Quién no ha disfrutado alguna vez de un buen plato de lentejas caseras? Esta vez nos vamos a meter de lleno en la cocina buceando en los trucos de uno de los grandes chefs españoles, el madrileño Alberto Chicote. Las lentejas son reconfortantes, muy nutritivas y cocinadas con cariño, se transforman en una auténtica explosión de placer para los sentidos. Las lentejas son un plato siempre presente en las cocinas españolas y de los que nunca falla.
Para mí el invierno es la época ideal para preparar estos platos de cuchara, cuando el frío aprieta y estas recetas nos vienen como anillo al dedo para calentar el cuerpo, pero realmente las lentejas se pueden disfrutar en cualquier momento del año, porque son un plato versátil, económico y sobre todo, lleno de sabor. Utiliza la imaginación, puedes incorporar todo tipo de ingredientes para transformarlas en algo único.
Desde mi humilde punto de vista, el sofrito es la base que hará que todo lo demás brille. Siempre doy a mis lentejas un toquecito de ajo, cebolla, pimiento y, si las encuentro a buen precio, zanahorias. Doradito y bien pochado, este sofrito marca la diferencia entre unas lentejas normales y unas que te hacen pedir a gritos una segunda ración.
Alberto Chicote, experto en transformar platos clásicos en auténticas joyas gastronómicas, tiene sus propios secretos para hacer las mejores lentejas que probarás en tu vida. Según él, "la clave está en cocerlas lentamente, a fuego bajo, y asegurarse de que absorban bien los sabores del sofrito".
Hay que ser paciente y dejar que las lentejas se impregnen de todos los sabores. Tanto Chicote como yo recomendamos siempre elegir lentejas pardinas, ya que mantienen mejor su textura, no se deshacen durante la cocción y por si fuera poco no necesitan remojo.
Chicote para las lentejas, recomienda usar chorizo o tocino, pero con moderación. Chicote prefiere dorar estos ingredientes en la sartén antes de añadirlos a la olla, lo que permite liberar toda su grasa y sabor, evitando que queden grasientas. Yo, que a veces busco un toque más ligero, los sustituyo por un poco de jamón magro o incluso un trocito de panceta ahumada.
Aunque Chicote tiene toda la razón del mundo, yo también tengo mi truco infalible para lentejas llenas de sabor, un consejo de mi abuela paterna que siempre me ha funcionado cuando preparo lentejas en casa. Simplemente, se trata de añadir un chorrito de vino blanco al sofrito justo antes de añadir las lentejas. Este pequeño detalle le da un toque sutil que equilibra el plato y lo hace aún más sabroso.
Además, si quieres darle un toque extra de cremosidad, puedes añadir una cucharada de puré de patata a las lentejas hacia el final de la cocción, suena raro, pero te garantizo que quedan increíbles.
Como con cualquier plato, la presentación es clave para hacer que unas lentejas, aparentemente sencillas, se conviertan en un plato que deje boquiabiertos a tus invitados.
Unas buenas lentejas caseras pueden pasar de ser un simple plato de cuchara a una experiencia completa si las sirves con algún detalle extra, por ejemplo, puedes preparar unos crutones de pan frito o acompañarlas con un toque ligero de huevo hilado, queda espectacular y a los más pequeños de la casa les encanta.
En mi última comida familiar, decidí preparar un plato de lentejas con chorizo y fue un éxito total. Pero lo que sorprendió a todos fue que, en lugar de servirlas de forma tradicional, las acompañé con una guarnición de arroz y un toque de cilantro fresco. ¡Nadie se lo esperaba!
Las lentejas se convirtieron en el plato estrella de la fiesta, y hasta los más pequeños, a los que normalmente las lentejas no les atraen demasiado, pidieron más.
Si sigues los consejos del maestro Chicote y, porque no, alguno de los míos, estoy seguro de que tus lentejas no volverán a ser las mismas, te van a queda espectacular. Con ingredientes frescos, tiempo y un buen sofrito, podrás preparar unas lentejas que compitan con cualquier restaurante de 3 estrellas Michelin.
Así que, ya sabes, la próxima vez que te enfrentes a una olla de lentejas, no lo dudes, hazlo con calma, paciencia y con todo el cariño del mundo. El resultado merece la pena.