No sé si a ti te pasa, pero cada vez que tengo invitados en casa , me entra esa presión por preparar algo que sea fácil, pero que también impresione y deje buen recuerdo de la velada. Quiero algo que grite "moderno", pero que no me obligue a cocinar toda la tarde. Ahí es donde esta receta de tortillas de rosbif con champiñones y cebolla caramelizada entra en juego. Un aperitivo, o primer plato, elegante, lleno de sabor y que, además, se come con las manos . ¿Qué más se puede pedir? Esta receta es que combina ingredientes clásicos como el rosbif y la cebolla caramelizada, pero con ese toque moderno y sofisticado que le dan los champiñones salteados y la tortilla de maíz. La mezcla de texturas y sabores es una maravilla . Nos encontramos ante uno de esos platos que parecen complicados, pero en realidad son muy fáciles de preparar. Además, es una receta tan versátil que nos puede servir como un aperitivo, para una cena informal, o incluso como primer plato, en cualquiera de las versiones estos enrollados son un éxito asegurado. Un puto a favor de estos enrollados es el hecho de que se coman con las manos, añade ese toque casual y desenfadado que, personalmente, siempre busco para mis reuniones. Porque, soy de las que piensan que, la mayoría de las veces, lo más sofisticado es también lo más simple. Si quieres impresionar, pero sin complicarte demasiado, estas tortillas rellenas de rosbif con champiñones van a ser tu nuevo plato estrella. Estas tortillas de rosbif con champiñones y cebolla caramelizada son una auténtica joya para cualquier ocasión. Si tienes una cena informal con amigos, este plato les va a encantar. Es algo diferente, fácil de comer y además cargado de sabor . Además, el toque de la salsa de carne hace que cada tortilla tenga ese punto extra de jugosidad que nunca está de más. Con ingredientes sencillos, pero bien combinados, puedes preparar una comida deliciosa, sabrosa y sencilla. Si prefieres algo más sofisticado, puedes presentarlas como un aperitivo o incluso cortarlas por la mitad y servirlas como pequeños bocaditos gourmet. Colócalas en una tabla bonita y verás como todo el mundo se acerca a probarlas. Lo mejor de esta receta es que puedes adaptarla a tu gusto. Si prefieres un toque más picante, añade un poco de chile o jalapeños al relleno y si no te gusta el rosbif puedes cambiarlo por pollo asado o incluso por tofu. Las posibilidades son infinitas y todos los resultados son excepcionales.