Pocos dulces hay más entrañables que nuestras magdalenas caseras esponjosas que generalmente desbloquean nuestros recuerdos de la infancia, cuando las mojábamos en leche para desayunar antes de ir al cole. En otros países tienen sus propias versiones, como los cupcakes (planos y decorados con un copete de buttercream o crema de mantequilla), los muffins (más grandes, de aspecto más rústico y con chips de chocolate o frutas en el interior) o las míticas madeleines francesas. A diferencia de todas las anteriores, las madeleines no tienen esa forma tradicional de magdalena, sino que tienen forma de concha gracias a los moldes en los que se hornean . Si nunca las has intentado hacer en casa, esta es una buena oportunidad. Anímate a preparar esta versión de las tradicionales a la que se les ha añadido almendra molida para ganar en sabor y textura. La receta en sí no tiene ninguna complicación, más que tener los ingredientes preparados como son las almendras molidas , que también puedes utilizar para hacer almendrados clásicos , panellets de almendra y coco , galletitas de almendra y mantequilla , magdalenas payesas con hojaldre , coquitos de almendra muy típicos de muchos pueblos de Castilla, o suspiros de almendra , en los que tendrás que conseguir un punto de nieve muy firme para hacer el merengue. Es aconsejable que vayas añadiendo los ingredientes en el orden indicado y los batas con unas varillas eléctricas mejor que con unas manuales . La idea es que queden muy esponjosas, y así te resultará más fácil conseguirlo. Por otro lado, recuerda precalentar el horno para que al meter las madeleines este tenga la temperatura adecuada. No abras la puerta mientras lo estás horneando porque así evitarás pérdidas de calor, por muy pequeñas que sean. Más dulces franceses que están deliciosos El coulant, ese bizcochito de chocolate con el interior fundido es uno de los postres franceses que más éxito tiene fuera de sus fronteras. Puedes encontrar multitud de variantes como el coulant de turrón , el coulant nevado de chocolate blanco o el coulant con corazón de tofe . Para vistoso, el clafoutis de cereza s, una de las tartas más representativas de la repostería francesa con una textura bastante similar a la del pudin. Su rasgo más característico son las cerezas que, una vez horneadas, asoman a través de la masa. Otra de las tartas que merece la pena probar si todavía no lo has hecho es la tarta tatin , cuya peculiaridad es que se hace al contrario de lo habitual, y una vez horneada se voltea de tal forma que las manzanas quedan visibles. Le toca el turno al clásico brioche francés de mantequilla , cuya elaboración requiere de paciencia y reposo. Para hacer la masa tienes que seguir el paso a paso y una vez doblado su volumen y reposado, llenar moldecitos pequeños con doble bola. ¿Cada vez que pasas por una pastelería te dan ganas de comprar un croissant? Sigue esta receta para preparar la masa madre y hacer tú mismo unos riquísimos croissants con chocolate y almendras . Y si te van los retos, no lo dudes porque aquí tienes uno: tarta de profiteroles o croquembouche, un postre espectacular típico y muy original de la cocina francesa. Se elabora construyendo una pirámide de profiteroles rellenos de crema pastelera , chantilly o nata, y uniéndolos con hilos de caramelo.