Bombones de chocolate blanco. Un capricho dulce y fácil de preparar.

Disfruta de tus propios bombones caseros. ¡Son más fáciles de preparar de lo que te imaginas!

Dani Muntaner
Dani Muntaner
Cocinero

TRUFAS CON TRES COBERTURAS.
TRUFAS CON TRES COBERTURAS.
Cocina Fácil / RBA / ORIOL ALEU
18 Unidades:
35 min

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Temporada:

Festividades

Todo el año

Técnica:

Baño maría

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Preparación con antelación

Si, al igual que a mí, te encanta el toque cremoso y sabroso a partes iguales que da el chocolate blanco, esta receta te va a enamorar. La receta es súper fácil de hacer y te garantizo el resultado. Estos bombones quedan deliciosos y con una insuperable textura cremosa. Por si fuera poco, con el toque crujiente exterior sube la calidad de este bocado a otro nivel.

Los puedes preparar en casa sin la menor de las complicaciones y sorprender a familia o amigos, o, si eres tan goloso como yo, guardarlos en secreto para darte un buen capricho. Con solo tres ingredientes y unos minutos de dedicación, tendrás unos bombones de calidad que te aseguro parecen de pastelería.

No hace falta ser un experto para preparar siguiendo estos tres pasos sencillos te quedarán perfectos. Luego ya solo te quedará buscarles el envoltorio más apropiado o, porque no, una cajita de regalo que realce aun más la apariencia de estos bocaditos dulces.

Ingredientes paraBombones de chocolate blanco. Un capricho dulce y fácil de preparar.

  • 225 gramos de chocolate blanco
  • 30 mililitros de nata para montar
  • 50 gramos de chocolate blanco rallado para decorar

1. Derretimos el chocolate al baño maría

Trocea el chocolate blanco y colócalo en una cacerola pequeña junto con la nata líquida. Llévalo al baño María a fuego bajo, removiendo suavemente con una espátula para evitar que se queme y asegurarte de que todo se derrite bien. Cuando la mezcla esté completamente fundida y cremosa, retírala del fuego. Este paso es casi terapéutico, ¡el aroma del chocolate es una maravilla! Luego, deja que repose en la nevera durante al menos 12 horas. Sí, lo sé,la espera es dura, pero te aseguro que vale la pena para que la mezcla tome la textura perfecta.

2. Formamos las bolitas

Pasadas las 12 horas, llega el momento de darles forma. Saca la mezcla de la nevera y, con las manos bien limpias y frías (truco: pásate un poco de agua fría antes), forma pequeñas bolitas. ¡Es como jugar con plastilina, pero mucho más rico! Si alguna bola te queda imperfecta, no te preocupes, eso les da un toque casero y genuino.

3. Cubre y decora con chocolate blanco rallado

Aquí añadimos la cobertura que va a darle el toque crujiente a los bombones. Ralla el chocolate blanco que guardaste para decorar y pasa cada bolita por él hasta que queden completamente cubiertas. Coloca cada bombón en cápsulas de papel rizado para que luzcan de lujo, y luego resérvalos en el congelador. Este último toque de frío hará que estén listos para servir y conserven toda su cremosidad.

Una de las cosas más divertidas de esta receta es que puedes adaptarla a tu gusto. ¿Quieres que los bombones tengan un toque fresco? Agrega un poco de ralladura de limón o naranja antes de dejarlos reposar. Si prefieres un aroma más cálido, unas gotas de esencia de vainilla o almendra darán ese toque especial. Para los amantes de las sorpresas, prueba a poner una almendra o trocito de fruta seca en el centro de cada bombón. Yo a veces añado una pizca de canela a la cobertura para un toque exótico, queda increíble.

Si te apetece probar algo más colorido, también puedes cubrir los bombones con cacao en polvo o coco rallado en vez de chocolate blanco. Y si estás en modo creativo, espolvorear un poco de polvo dorado comestible encima los hará lucir perfectos para una celebración especial.

Preparar estos bombones en casa es una forma fácil y deliciosa de darte un capricho o de hacer un regalo único y personal. Además, tienen ese toque artesanal que siempre deja una gran impresión. Imagínate la cara de tus amigos o familiares cuando los prueben y les cuentes que los hiciste tú mismo; no hay mejor sensación.

Así que, anímate y bien sea para darte un capricho, para presentarlos en una mesa de postre o para el mejor de los regalos, te aseguro que estos pequeños bocados de chocolate van genial y que te va a encantar.

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