Bola Larpeira: la tarta más infravalorada de la abuela gallega, con crema pastelera y una miga supertierna

La más conocida es la Tarta de Santiago, pero esta tarta Larpeira (golosa en gallego), es una delicia. Con su miga tierna, pero consistente, es de las que se pueden mojar y tiene un sabor exquisito.

blanca mas de xaxas
Blanca Mas de Xaxas

Redactora especializada en gastronomía

Bola Larpeira
iStock
6 personas

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Dieta:

Mediterránea

Temporada:

Todo el año

Verano

Técnica:

Horno

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

media

La bola larpeira es uno de los postres gallegos más afamados y que se puede tomar a cualquier hora del día. Los desayunos y las meriendas tienen otro color con esta tradicional tarta. 

En la receta original se usa el anís, pero puedes cambiarlo por otro licor que tengas a mano. La mezcla de una masa consistente, el almíbar y la crema pastelera hace de la bola larpeira un dulce riquísimo.

Si quieres preparar una crema pastelera al estilo tradicional, mira en nuestra videorreceta cómo hacerla:

Además de su delicioso sabor, la bola larpeira destaca por su característico aspecto dorado y brillante. Sus cortes en la superficie le dan una presentación atractiva y también permiten que la crema se integre perfectamente con la masa, potenciando su jugosidad.

Similar a la Coca de San Juan, de tradición mediterránea, su elaboración en Galicia también está unida al solsticio de verano. Hoy, en Cocina Fácil, hemos preparado la tarta tradicional gallega. Mira cómo se hace...

Ingredientes paraBola Larpeira: la tarta más infravalorada de la abuela gallega, con crema pastelera y una miga supertierna

  • Para la masa
  • 350 gramos de harina de fuerza
  • 100 gramos de leche
  • 50 gramos de mantequilla
  • 25 gramos de levadura prensada
  • 40 gramos de azúcar
  • 25 gramos de anís dulce
  • 4 gramos de sal
  • Para el almíbar
  • 100 gramos de azúcar
  • 100 gramos de agua
  • Para la crema
  • 200 ml de leche
  • 50 gramos de azúcar
  • 20 gramos de harina de maíz
  • 2 yemas de huevo
  • extracto de vainilla al gusto
  • 1 huevo (para pintar la tarta)

1. Prepara el almíbar

En un cazo vierte los 100 gramos de agua, el anís dulce y el azúcar. Cuece hasta que se espese un poco. Entre 5 y 7 minutos.

2. Prepara la crema

Bate todos los ingredientes en un bol hasta que no queden grumos. Cuece en el microondas a intervalos de un minuto a máxima potencia y remueve cada vez que lo hagas.

3. Hierve hasta espesar

En tres o cuatro minutos la crema debe hervir y espesar. Retírala y con una varilla remueve hasta que quede uniforme. Tapa con film transparente y reserva.

4. Elabora la masa

En un bol vierte la leche, el anís, el azúcar, la mantequilla y témplalo en el microondas. Con un minuto a media potencia será suficiente. Acaba añadiendo el huevo y la levadura y mezcla hasta que se disuelvan.

5. Dale forma

Ve formando la masa que debe quedar blanda, pero manejable con las manos. Mantenla en reposo 15 minutos antes de darle con las manos la forma aplastada y redonda.

6. Pinta con huevo

Coloca el bollo en la bandeja para hornear, bate un huevo y pinta la masa. Con un cuchillo haz unos cortes de un lado a otro formando cuadrados. Espolvorea por encima azúcar previamente mezclada en un bol con unas gotitas de agua.

7. Hornea con la crema

Con una manga pastelera pon la crema por encima de los cortes de la masa. Con el horno precalentado a 180º en 30 minutos de cocción la tendremos lista. Cuando esté dorada, sácala del horno y báñala con el almíbar.

El truco

Rocíala con el almíbar cuando la saques doradita del horno.

Si hay una tarta gallega conocida en todos los rincones, esa es la Tarta de Santiago, con almendra y el dibujo característico en azúcar glas por encima. Sin embargo, la bola larpeira no se queda atrás en cuanto a tradición y sabor. Es un dulce que une generaciones y que sigue siendo un imprescindible en la repostería gallega.

Esta receta sigue un paso a paso muy sencillo. Primero se elabora un almíbar ligero, luego se prepara una crema pastelera rápida y, finalmente, se trabaja una masa tierna. Después, se hornea con la crema pastelera, y al salir del horno se rocía con el almíbar para darle ese toque jugoso tan característico.

Para conseguir la textura perfecta, es fundamental respetar los tiempos de reposo y no apresurarse en el horneado. La paciencia es clave para conseguir una miga tierna y esponjosa. Además, el almíbar debe aplicarse cuando la tarta aún está caliente, permitiendo que lo absorba y potenciando su jugosidad.

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