Si te gusta la textura del merengue, prueba esta receta que te proponemos hoy desde Cocina Fácil: unos bocaditos de merengue a los que se añade café soluble mientras batimos las claras. En repostería, hay varias clases de merengue. Unos se hornean, como el de estos bocaditos al café, y otros no. El merengue que se hornea y queda duro es conocido como "merengue seco". Se caracteriza por su textura crujiente y quebradiza una vez que se hornea y se seca completamente. Para hacer este tipo de merengue, se baten claras de huevo con azúcar hasta obtener picos firmes, y luego se hornea a baja temperatura durante un período prolongado para que se seque. Este proceso elimina la humedad, dejando el merengue con una textura crujiente. El merengue seco se puede utilizar como base para diferentes postres, como la Pavlova, que es un postre de merengue crujiente por fuera y suave por dentro, generalmente cubierto con frutas y crema. También se utiliza en la elaboración de decoraciones para pasteles y postres. Y una vez que ya se te dé bien la técnica puedes preparar tartas tan vistosas con merengue como la lemon pie .