No dirás que no tiene una pinta irresistible este postre de brioche relleno de helado... En realidad, más que un postre, es un dos en uno, porque por un lado tienes un bollito dulce bañado en chocolate y, por el otro lado, un helado de stracciatella con el que rellenamos el bollito.
No te asustes, puede parecer muy complicado pero no lo es. De las dos elaboraciones, solo tienes que preparar el brioche, el helado puedes comprarlo. Y, además, es un postre muy fácil de tunear a tu gusto, es decir, que con la misma receta puedes elegir rellenos de sabores distintos (helados de todos los sabores habidos y por haber, desde los clásicos de nata, vainilla, chocolate, fresa... hasta los que tienen trocitos de galleta, o frutos secos, de caramelo salado, ¡de lo que quieras!
La cobertura del postre, que en el caso de Cocina Fácil es de chocolate negro fondant, también puedes cambiarlo por chocolate con leche o incluso chocolate blanco, si eres muy fan del dulce. Y el topping de chocolate blanco rallado se puede cambiar también: ¿quizás prefieres pistachos, avellanas, crocanti de almendra o nueces? Pues adelante, puedes hacer tantas variaciones como quieras.
Lo que no cambia es la fórmula del postre: un bollito de brioche relleno con helado y bañado en chocolate fundido. Una fórmula de éxito que gustará a todos.
¿Qué es la stracciatella?
La stracciatella es un sabor clásico de las heladerías italianas que se ha hecho famoso en todo el mundo. La base es un helado de vainilla que se mezcla con trocitos de chocolate crujiente, formando un dúo de sabores y texturas insuperable.
Italia tiene una larga tradición heladera y algunos de los sabores más típicos del país son la gianduia (típica de la región de Piamonte, consiste en un helado de chocolate y avellanas que recuerda a la Nutella, pero más refinado y cremoso), el zabaione (helado de crema de huevo, vino dulce Marsala y azúcar) y el fior di latte (helado de leche, crema y azúcar).