Es maravilloso ver cómo los frutos rojos tiñen de color la masa de este bizcocho gracias al efecto del calor del horneado, ¿a que sí? Solo con incorporarlos a la masa del bizcocho, hacen ese bonito efecto cuando el bizcocho está cocido. Y, lo que es aún mejor, le dan un sabor inconfundible al bizcocho , que horneamos en un molde de plumcake. Si no tienes este tipo de molde, no te preocupes, al final es un bizcocho que se puede cocinar en un molde redondo, uno de corona e incluso un molde para bundt cake. Solo debes tener en cuenta que si la masa queda más repartida (es decir, queda menos altura de masa en el molde antes de hornear), el bizcocho se cocinará antes. Y al revés, si el molde es pequeño y la masa tiene más grosor, le costará más cocerse. No podemos darte una guía matemática con los tiempos de cocción porque, como sabes, cada horno es un mundo . En el mío, por ejemplo, tengo comprobado que, aunque lo ponga a la temperatura indicada en la receta (generalmente 180º con calor arriba y abajo y sin ventilador), los bizcochos suelen necesitar una media de 10 minutos más de cocción de lo que marca la receta. Así que se trata de prueba ensayo-error, solo que con un bizcocho es fácil saber si está cocinado o todavía está crudo en su interior clavándole una brocheta de madera en la parte central : cuando la brocheta sale embadurnada de masa cruda, el bizcocho necesita más tiempo de cocción. Y hasta que la brocheta no salga limpia (pasando el dedo por la madera no debes mancharte de masa cruda), el bizcocho no estará listo. ¿Cómo se hace el glaseado para decorar postres? Un glaseado es una crema más o menos espesa que se elabora con azúcar glas mezclado con algún líquido, generalmente zumo de limón para contrarrestar el dulzor del azúcar, aunque también puedes utilizar agua o leche. Los dos ingredientes se mezclan bien con varillas hasta lograr una cobertura más o menos espesa, en función del uso que le vayas a dar al glaseado. Por ejemplo, para decorar un bizcocho como el de nuestra receta de hoy necesitas una glasa bastante líquida, que pueda caer por los laterales del bizcocho (un detalle importante: ponlo sobre una rejilla para poder recoger la glasa que caiga). Pero si lo que quieres es un glaseado para decorar galletas, por ejemplo, haciendo dibujitos o letras, necesitarás una glasa muy espesa (que conseguirás aumentando la proporción de azúcar en relación con la cantidad de líquido). Si lo que quieres es preparar una glasa de color, como la de color rosa de nuestro plumcake de hoy, tienes que añadir un poco de colorante alimentario a la mezcla. Al añadir colorante a una masa o una glasa es importante actuar con cautela y poner primero una o dos gotas de colorante (o muy poca cantidad si es colorante en gel). Remueve bien para que el colorante se mezcle y puedas valorar si debes añadir más o no. Siempre estás a tiempo de agregar más colorante, pero si te pasas de cantidad de buenas a primeras no podrás rectificar.