Los pimientos de Padrón son, seguramente, una de las tapas más ligeras que existen, de esas que te permiten comer sin remordimientos. Al fin y al cabo, ¡son pimientos! Por eso, siempre que quedo para tomar un aperitivo y los veo en la carta, me los pido. Pero no solo cuando me voy al bar, también en casa me gusta prepararlos. Son baratos (una bolsa o un paquete de pimientos de Padrón suele rondar el euro, si es que llega), fáciles, rápidos de hacer y tienen pocas calorías , ¿qué más se le puede pedir a una tapa? Si te gusta la receta, también puedes utilizar los pimientos de Padrón como guarnición para cualquier plato de carne, pollo o pescado. O para dar un plus de sabor a tus hamburguesas caseras . O mezclarlos con arroz o con pasta (quítales mejor el rabito antes). Mis trucos para hacer pimientos de Padrón Como ves, preparar unos pimientos de Padrón mejores que los del bar es supersencillo. Eso sí, hay varios consejos que quiero compartir contigo porque para mí son esenciales para que los pimientos de Padrón te queden perfectos: Lava los pimientos bajo el grifo del agua, en un colador. Pero, luego, sécalos muy bien con un trapo de cocina limpio o papel absorbente. Si están mojados, salpicarán cuando los añadas a la sartén al entrar en contacto el agua con el aceite caliente. Sala los pimientos con sal fina cuando los viertas a la sartén. Da igual que luego los espolvorees con sal gruesa (yo prefiero usar escamas de sal, es mucho más elegante), los pimientos son un poco amargos y necesitan ese salado previo. Si quieres prepararlos con antelación, no hay problema. Antes de llevarlos a la mesa, dales unos 30 segundos de microondas y estarán (casi) como recién hechos.