El ajo, a pesar de ser uno de los ingredientes básicos en infinidad de recetas de la gastronomía más tradicional de nuestro país, se está apartando de la cocina moderna de los hogares precisamente por una razón: que se repite.
Una situación de lo más fastidiosa que, incluso, puede llegar a convertirse en una molestia incómoda para nuestro estómago o para el aliento.
Cómo evitar que el ajo repita
Pero hemos descubierto una forma sencilla de suavizar las consecuencias a la hora de consumir ajo, y que además es eficaz pero sin perder su sabor o su potencia aromática. Si estás pensando en eliminar el germen, no, no es este truco. ¡Estate atento!
Utilizar zumo de limón
Para utilizar ajo en nuestras recetas eliminando su fuerza alicina, debes machacarlo o picarlo en un entorno ácido. ¿Y cómo conseguimos esto? En cocina, nada más ácido que el zumo de limón natural.
Puedes machacarlo a mano en un mortero, o utilizar una trituradora, y puedes hacerlo con las cabezas enteras o con los dientes de ajo pelados, añadiendo zumo de limón a tu mezcla.
De esta manera, conseguirás una pasta espesa con intenso aroma a ajo pero suavizado, gracias al contraste que hace con el ácido del limón. Esto evitará un posterior mal aliento, e incluso las molestias estomacales.
Otros trucos para evitar que el ajo repita
A pesar de que se trata de un truco que no es viable para todo tipo de recetas, el majado es un condimento perfecto para carnes, pescados e incluso pastas y guisos. También puedes utilizarlo para las vinagretas, salsas y aliños.
Otra buena opción para suavizar los efectos del ajo es asándolo o confitándolo a baja temperatura o utilizar ajo negro, una variedad cada vez más consumida en hogares y en cocinas profesionales.
Sin embargo, estos dos últimos trucos suponen que el ajo tenga algo menos de aroma y de sabor. Y en cuanto a las técnicas de su asado o confitado, hay que tener en cuenta que perderán parte de sus beneficios para la salud.