Tortas dormías de San Marcos, bollos esponjosos típicos de Jaén

Las tortas dormías de San Marcos son unos bollos dulces que se preparan en varios pueblos de la Sierra de Segura de Jaén. Pruébalos ¡son exquisitos!

Rosa Mestres
Rosa Mestres

Periodista especializada en gastronomía

Tortas dormías de San Marcos
YouTube de Conxy Jiménez Sánchez (Gastro Andalusi)

Dulce tradicional que se elabora en muchos pueblos de la Sierra de Segura de Jaén y que no pueden faltar en las fiestas en honor a San Marcos, las tortas dormías, también llamadas panes dormidos, son unos bollos tan suaves, esponjosos y con un sabor a limón tan gustoso que te conquistarán desde el primer mordisco.

En el canal 'Gastro Andalusi' nos cuentan cómo hacerlas.

Respeta el tiempo de levado

Muy fáciles de realizar, aunque algo laboriosos, para que estos bollos dulces salgan perfectos, es fundamental respetar el tiempo de levado.

Ten cuenta que la masa debe reposar en dos tiempos para que fermente y aumente su volumen. Primero, hay que dejarla 30 minutos y, una vez formadas las bolas de masa, de 3 a 4 horas.

Cabe señalar que el nombre de tortas dormías proviene, precisamente, del largo tiempo de reposo que necesita la masa para fermentar.

Y es que antiguamente, cuando las mujeres de los pueblos las preparaban en las casas y las llevaban al horno de la panadería para que se las cocieran, las tortas se dejaban reposar durante toda la noche mientras se hacían los panes. O, dicho de otro modo, se dejaba descansar o dormir.

Tortas dormías de San Marcos
Para 4 personas
Ingredientes
  • 250 mililitros de leche
  • 125 gramos de azúcar
  • 125 mililitros de aceite de oliva virgen extra
  • 625 gramos de harina de candeal (harina de fuerza)
  • 50 gramos de levadura fresca
  • 3 huevos
  • La ralladura de1 limón
  • Una pizca de sal
Paso a paso
  1. Disuelve la levadura en la leche

    Calienta ligeramente la leche y cuando esté templada, a unos 37 o 40 °C, desmenuza la levadura en ella. Remueve para que se disuelva bien y pásala a un cuenco un poco más grande.

  2. Prepara la masa

    Cuando la levadura empiece a burbujear, agrega el azúcar y remueve bien con una cucharada o unas varillas. Incorpora el aceite, poco a poco, y sigue removiendo. Agrega los huevos y remueve de nuevo hasta que queden bien integrados y la mezcla coja un color amarillento. Añade la raspadura de limón.

  3. Incorpora la harina

    Coloca la harina en un tamiz o un colador y añade la mitad en el cuenco. Bate con la ayuda de unas varillas amasadoras y sigue agregando harina hasta que esté toda incorporada.

  4. Deja reposar

    Una vez bien amasada, dale forma redonda, tápala con un paño y déjala reposar 30 minutos.

  5. Corta las porciones

    Parte la masa en cuatro porciones (si las quieres más pequeñas, puedes hacer más porciones) y vuelve a darles forma redonda. Para que la masa no se pegue a las manos, úntatelas con aceite. Colócalas sobre papel de horno, vuélvelas a tapar y déjalas reposar durante 3 o 4 horas.

  6. Cuece las tortas

    Precalienta el horno a 170 °C. Introduce las tortas y déjalas cocer 15 minutos con el calor arriba y abajo. Transcurrido el tiempo, pincélalas con agua y espolvorea el azúcar por encima.

Una vez horneadas…

Y todavía calentitas, apresúrate de retirar las tortas dormías del horno, pincélalas con agua y espolvoréalas enseguida con abundante azúcar. Así quedará bien pegado.

Si quieres que todavía tenga más sabor a cítricos, puedes sustituir el agua por zumo de limón.

En formato grande o pequeño

Ideales para tomar a la hora del desayuno o de la merienda, estas tortas dulces gustarán tanto a los más pequeños de la casa como a los mayores. Puedes acompañarlas con un café con leche o un buen tazón de chocolate a la taza. ¡Ya verás qué rico!

Además, si te sobra alguna, cosa poco probable, no te preocupes: al día siguiente estará igual de tierna.

Respecto a su forma, puedes hacer unas tortas grandes, tal y como te contamos en la receta, formar bollitos pequeños o hacerlas en forma de rosca.

Y si quieres que tengan un sabor diferente, puedes sustituir la ralladura de limón, por un poquito de agua de azahar o la ralladura de 1 naranja.

Si te encantan los dulces tradicionales, no te pierdas: