Paco Roncero, chef: "El ajo y el aceite son el alma de las gambas al ajillo, pero si no se manejan bien, eclipsarán las gambas"

Estos trucos del chef te ayudarán a preparar unas gambas al ajillo de estrella Michelin. Desde la guindilla hasta el perejil, con estos trucos impresionarás a todos

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Víctor Fernández

Redactor y cocinero

paco roncero gambas

Las gambas al ajillo son un plato bandera de la cocina española. Sencillo, rápido y lleno de sabor, esta receta tradicional se disfruta tanto en celebraciones familiares como tapa o aperitivo en comidas más distendidas. Con solo un puñado de ingredientes básicos, el truco para llevar este plato al siguiente nivel está en la técnica y los pequeños detalles. Paco Roncero, el laureado chef español con dos estrellas Michelin, y yo, desde La Cocina de la Abuela, te compartimos nuestros secretos para que tus gambas al ajillo sean memorables.

Paco Roncero es una de las figuras más destacadas e icónicas de la cocina española contemporánea. Su maestría combina innovación y respeto por la tradición, lo que le convierte en un referente perfecto para hablar de un plato tan atemporal como las gambas al ajillo. Según él, “el ajo y el aceite son el alma del plato, pero si no se manejan bien, pueden eclipsar el sabor de las gambas”. Por mi parte os adelanto que, siguiendo los consejos de Paco, llevo años cocinando este plato en Navidad, siempre triunfo y tengo algunos trucos bajo la manga para garantizar que las gambas siempre queden jugosas y la salsa, irresistible. Créeme, no necesitas ser un chef profesional para conseguirlo.

Consejos para unas gambas al ajillo perfectas

  1. El ajo, en su punto: Paco Roncero recomienda laminar el ajo y sofreírlo lentamente para liberar todo su aroma sin quemarlo. “Si el ajo se pasa, el plato se arruina”, señala el chef.
  2. La temperatura del aceite: Aquí mi consejo personal, no calentar demasiado el aceite al principio. Deja que el ajo infunda el aceite en un fuego bajo, y luego sube la temperatura justo antes de añadir las gambas. Esto asegura que el sabor sea profundo, pero equilibrado.
  3. El toque de guindilla: Roncero sugiere añadir la guindilla justo al final para que el picante no domine. “Es un matiz, no el protagonista”, aclara.
  4. Un vino blanco seco para desglasar: Mi truco favorito es añadir un chorrito de vino blanco seco tras incorporar las gambas. Esto potencia el sabor del marisco y da un extra de profundidad a la salsa.
  5. El perejil fresco al final: Tanto Paco como yo coincidimos en que el perejil debe añadirse fuera del fuego. “Le da frescura al plato, pero si lo cocinas pierde su intensidad”, dice Roncero.


A los cinco puntos anteriores añado un sexto, mi consejo personal: guarda el aceite que sobra, es un tesoro. Es perfecto para mojar pan o como base para una vinagreta. En La Cocina de la Abuela, nunca desperdiciamos nada tan delicioso.

Hay multitud de platos para lucirte utilizando con estas gambas como base. Una vez que domines la técnica, estas gambas al ajillo se pueden servir como entrante, sobre una tostada de pan crujiente, o como acompañamiento de un arroz blanco o unos espaguetis. Si buscas algo más creativo, prueba a utilizarlas como topping en una ensalada templada con espinacas y nueces.

Este plato, además, es ideal para reuniones. En mi experiencia, es una de las recetas que más sorprenden a mis invitados, sobre todo cuando ven lo fácil que es de preparar y lo sabroso que resulta.

Aunque suelo preparar gambas al ajillo en Navidad, es un plato que nunca pasa de moda. Un clásico para todo el año. Lo mejor de esta receta es que puedes adaptarla según tus gustos, con más o menos ajo, añadiendo un toque de limón o incluso cambiando las gambas por otro marisco, como langostinos, gambones o porque no propuestas más atrevidas como navajas o vieiras. El resultado está asegurado.

Una recomendación final, no dejes que la sencillez de los ingredientes te engañe, las gambas al ajillo son un plato que, bien ejecutado, puede ser inolvidable. Con los consejos de Paco Roncero y los míos, tienes todo lo que necesitas para triunfar de un plato espectacular. Así que, ¿a qué esperas? Ponte manos a la obra, y no te olvides de acompañar el plato con un buen pan de hogaza. Disfrutarás y harás disfrutar de una experiencia gastronómica de primer nivel.