Ni aceite, ni microondas: el truco de las abuelas para "recuperar" una tortilla de patatas seca

Si hay algo que nunca falta en mi casa los domingos es la tortilla de patatas. Es una tradición que empezó hace años, cuando mis hijos eran pequeños, y que, a día de hoy, seguimos manteniendo. Sé que en muchas familias, el domingo es un día en el que se cena algo rápido de preparar. Pero, para nosotros, el domingo es nuestro día especial, un pequeño oasis gastronómico que nos da fuerzas para afrontar la semana siguiente. Y es que acabar el fin de semana sentados a la mesa con una buena tortilla de patatas se convierte en un momento de relax, de charla y, sobre todo, de disfrute.

Pero claro, al día siguiente, si sobraba un trocito, ya nadie lo quería. Perdía su jugosidad y se quedaba un poco seca. Hasta que un día, mi madre, viéndome recalentar la tortilla en el microondas con cara de decepción, me recordó un truco de la abuela que había olvidado por completo: la tortilla de patatas en salsa. Y oye, fue un antes y un después.

Desde entonces, si sobra tortilla, la transformo con esta receta. Y es más, hay días en los que directamente me piden que la haga en salsa porque queda espectacular.

¿Lista para probarla? Solo necesitas un par de dientes de ajo, unas ramitas de perejil, unas hebras de azafrán, caldo de verduras y un poco de harina fina de maíz. Sí, así de fácil. En pocos minutos conseguirás que tu tortilla de patatas se convierta en un plato totalmente nuevo, jugoso y lleno de sabor. ¡Te aseguro que no volverás a mirar con pena ese trocito de tortilla del día anterior!

Por último, un consejo más: no te olvides de acompañar esta tortilla con un poco de pan porque todo el mundo querrá mojarlo en la salsita.

Ideas para la tortilla de patatas en salsa

• Al preparar la salsa, asegúrate de que los ajos no se doren en exceso. Si se queman, aportarán un sabor amargo al plato. Lo ideal es que se cocinen a fuego medio hasta que empiecen a estar doraditos y desprendan ese aroma irresistible.
• El perejil es fundamental en esta receta. Puedes picarlo muy finito para que integre mejor en la salsa, pero también lo puedes dejar un poco más grueso. Los trocitos verdes quedarán más visibles y le darán un aspecto más rústico y apetecible.
• Sobre la tortilla de patatas, acuérdate de usar una variedad de patatas especial para freír. De esta manera, quedarán tiernas pero firmes, sin deshacerse demasiado. En cuanto a los huevos, cuanto más frescos, mejor. Y si son de gallinas de corral, que han picoteado por el campo, el sabor será mucho más intenso.
• Una vez tengas las patatas bien pochadas, déjalas en un escurridor para que suelten el exceso de aceite. Este paso es básico para que la tortilla no quede aceitosa.