Gachamiga, receta de la abuela barata, fácil y sabrosa

La cocina de las abuelas no hace más que darnos sorpresas (y alegrías). Hoy, las antiguas recetas se van recuperando y nos permiten disfrutar de platos de toda la vida, económicos y sabrosos. Es el caso de la gachamiga, una receta en la que el cariño y los ingredientes más sencillos se combinan para crear la magia. ¡Aprende a prepararla!

Marta Sánchez
Marta S. Galindez

Periodista especializada en gastronomía

gachamiga tradicional

Gachamiga, gachamigas, gachas migas... El nombre de esta receta dice bien claro en qué consiste: gachas y migas en el mismo plato. ¿Cómo puede ser? Muy sencillo. Mientras que las gachas tradicionales se preparan con harina de almorta, estas se hacen con harina de trigo.

Otra de las diferencias que muestra este plato es su presentación. La gachamiga tiene consistencia de tortilla (su apariencia es similar a la de patata), lo que le aporta un toque original y una textura deliciosa. Lo más habitual es hacerlas con productos de la matanza, habituales en zonas agrícolas y ganaderas: tocino, chorizo, jamón...

Cómo preparar la gachamiga de toda la vida

En 'Las Recetas de la Vi' nos enseñan a preparar gachamiga paso a paso, sin guardarse ni un secretillo. No te pierdas este vídeo; y si quieres tener todo apuntado, sigue la receta a continuación.

Gachamiga
Para 4 personas
Ingredientes
  • 1/2 vaso grande de harina
  • 1 vaso grande de agua
  • Ingrediente
  • 4 dientes de ajo
  • 1 pimiento seco
  • 200 g de chorizo fresco
  • 200 g de panceta fresca
  • 1/2 vaso grande de harina de trigo
  • 1 vaso grande de agua
  • Sal
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Paso a paso
  1. Fríe los ingredientes frescos

    En una sartén grande y honda, preferiblemente de hierro, pon el aceite de oliva y deja que se caliente. Quita la piel del chorizo, córtalo en trozos y trocea la panceta en cuadraditos. Empezando por el chorizo, fríelos por separado en el aceite y sácalos. El aceite conservará la grasa y el sabor de los embutidos y se los transmitirá a la gachamiga. A continuación, fríe también el pimiento seco hasta que quede blando. Reserva todo en un plato aparte.

  2. Incorpora los ajos

    Pela los dientes de ajo y pica uno de ellos; el resto, déjalos enteros. Échalos en el aceite donde has frito el embutido y el pimiento. Cuando estén ligeramente dorados, sácalos y ponlos en el plato con el resto de los ingredientes.

  3. Cocina la harina con el agua

    Añade el vaso de harina al aceite caliente. Usa una espumadera grande o una cuchara de madera para mover la harina, hasta que se quede con una consistencia como de grumos y haya absorbido toda la grasa. Entonces, añade el agua de golpe y empieza a mover las gachas con la cuchara de madera. Pon un poco de sal y remueve a fuego medio, como para preparar una salsa bechamel.

  4. Remueve hasta conseguir una masa

    Sigue removiendo a fuego medio con la cucharada de madera hasta que la gachamiga tenga una consistencia gomosa, parecida a la masa del pan. Continua hasta que desaparezcan todos los grumos; entonces, vuelve a coger la espumadera y ve haciendo cortes en la masa, al tiempo que remueves. Dale la vuelta varias veces, como si fuese una tortilla francesa. En total, tendrás que cocinarla unos 20 minutos para evitar que sepan a harina cruda.

  5. Sirve con el resto de los ingredientes

    Cuando la gachamiga haya adquirido un tono dorado, sácala y ponla en un plato. Pasa por la sartén el resto de los ingredientes (los embutidos, los ajos y el pimiento) para calentarlos; también los puedes reservar en el horno a 100° mientras preparas la receta. Colócalos sobre la gachamiga, ¡y a comer!

¿Te gusta la cocina tradicional? Pues si te animas con la gachamiga, seguro que te quedas con las ganas de más. Puedes probar con unas gachas manchegas de toda la vida, unas migas del pastor o experimentar con la cocina moderna, preparando unos huevos mollet con migas camperas. Incorpora estos platos a tu recetario, ¡y les sacarás chispas!