El filete empanado es uno de esos platos sencillos que, aunque parezca fácil de preparar, tiene su truco para que quede en su punto. La carne puede quedar demasiado seca, el rebozado puede desmoronarse, incluso la fritura puede no quedar uniforme. Por fortuna, desde que empecé a seguir los consejos de Dani García, mis rebozados nunca fallan.
Dani García, un referente en la cocina, tiene un par de secretos que no solo dan un toque especial a sus filetes empanados, sino que los convierten en una delicia. Además, te voy a dar un par consejos propios que nunca fallan, y que complementan perfectamente los de Dani.
El primer truco de Dani García: El espalmado perfecto
"Lo primero que debes hacer es espalmarlos bien", dice Dani siempre que se habla de filetes empanados. Y no es para menos. El espalmado es clave para que el filete quede bien fino y uniforme, lo que facilitará tanto el rebozado como la cocción. Dani utiliza una bolsa de vacío para meter el filete y, con un mazo, lo golpea hasta conseguir el grosor perfecto. "Esto hace que el rebozado se adhiera mejor y no se deshaga durante la fritura", explica el chef.
Este espalmado no solo facilita el rebozado, sino que también asegura que la carne se cocine de manera uniforme al freírla. Y aquí viene otro consejo imperdible que Dani aplica: dejar reposar el filete una hora en la nevera después de espalmado. "Lo que conseguimos con este reposo es que la carne pierda algo de humedad, evitando que el filete suelte agua cuando lo pasamos por la harina", dice Dani. Este paso, aunque parece una tontería, realmente marca la diferencia. La carne se seca ligeramente y no se forma la capa de agua que podría hacer que el empanado se despegara o se hiciera en exceso.
El segundo truco: El rebozado que marca la diferencia
"El empanado tiene que ser especial", es otro de los consejos que siempre aporta Dani, y no puedo estar más de acuerdo. No basta con usar el pan rallado tradicional; hay que darle un toque extra. Dani utiliza panko, un pan rallado japonés que tiene una textura más gruesa y crujiente que el pan rallado convencional. "Con panko, el rebozado queda mucho más crujiente, y tiene una mordida más ligera", explica el chef.
Yo he seguido el consejo de Dani al pie de la letra, pero también le doy mi toque personal. A mi panko le añado un poco de ajo en polvo, queso parmesano rallado y un toque de perejil fresco picado. Os garantizo que el resultado es un espectáculo.
Mi truco personal: Freír a la temperatura correcta
Aquí entra mi consejo propio, algo que he aprendido con la experiencia en la cocina. Para que el filete empanado quede realmente perfecto, el aceite debe estar lo suficientemente caliente como para que el rebozado se dore rápidamente sin que la carne quede cruda por dentro. Si está demasiado frío, el rebozado absorberá demasiado aceite y si está demasiado caliente, el interior de la carne te quedará crudo.
Mi recomendación es calentar el aceite a unos 170-180º grados Celsius. "Si no tienes termómetro, un truco es introducir un trozo de pan. Si se dora en unos 30 segundos, está perfecto", le suelo decir a mis amigos. Con este truco, el filete empanado quedará crujiente por fuera y jugoso por dentro.
Segundo truco personal: El reposo después de freír
Una vez que el filete está listo, lo mejor es dejarlo reposar durante unos minutos sobre un papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Esto ayuda a eliminar parte de la grasa, y también garantiza que el rebozado se mantenga crujiente.
Con todos estos consejos sencillos, puedes estar seguro de que tus filetes empanados serán siempre un éxito. Cada vez que prepares filetes empanados, disfrutarás de un plato crujiente por fuera, jugoso por dentro, y con un sabor que hará que todos se queden con ganas de más. ¡No dudes en ponerlo en práctica, disfruta y haz disfrutar a los tuyos con tu fantástica carne empanada! Te aseguro que los vas a dejar sin palabras.