No dirás que no es bonito. Contraste de colores, de sabores y de texturas en un postre servido en vasito que es una maravilla para todos los sentidos: lemoncurd con merengue tostado. Y es que el color amarillo de la crema de limón o lemon curd es superllamativo, y el blanco del merengue, también. Lo ideal es que sirvas el postre en vasitos transparentes , para poder ver bien las dos capas de las cremas dulces. El contraste de sabores , ligeramente amargo del lemon curd y sutilmente dulce del merengue, combinan perfectamente. ¿Qué es el lemon curd? El lemon curd es una salsa dulce o crema de limón originaria de Gran Bretaña. Se obtiene cocinando el zumo y la ralladura de los limones con yema de huevo, azúcar, mantequilla y maicena, que es la encargada de darle el espesor deseado. El resultado es una crema de sabor agridulce , con toda la intensidad de los limones pero con la acidez rebajada gracias al azúcar y las yemas de huevo. El lemon curd es la base del lemon pie o tarta de limón, una tarta de renombre que es famosa en el mundo entero. Curiosamente, el lemon pie también lleva merengue, y es que forman un buen tándem. Si quisieras reproducir la tarta lemon pie en este postre servido en vasito, solo tendrías que añadir una base de crumble de galleta o galleta desmenuzada mezclada con un poquito de mantequilla fundida.