Tarta ligera de yogur griego: súper esponjosa y lista solo en ¡5 minutos!

Si te apetece un postre ligero y fácil de preparar, este pastel de yogur sin gluten queda buenísimo. No tiene gluten porque se utiliza harina de maíz ¡Apúntate la receta!

Marina Blanco, colaboradora de Cocina Fácil
Marina Blanco

Experta en cocina

Cocina Fácil

Tarta ligera de yogur griego
Cocina Fácil
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Temporada:

Todo el año

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

¿A quién no le apetece un postre bajo en calorías y delicioso? Este suave pastel de yogur apenas lleva 2 cucharadas de azúcar, se prepara con una cucharada de maicena, y yogur griego sin azúcar.

Lo bueno de este pastel esponjoso de yogur, es que además de ser muy fácil de preparar, se hace con ingredientes muy habituales y lo tendrás listo en 5 minutos. Luego solo tendrás que cocerlo en el horno una media hora.¡Queda tan esponjoso que se deshace en la boca!

Se trata de la receta tradicional de la abuela pero en versión exprés y más saludable. Simplemente, deberás batir las yemas con el azúcar, añadir el yogur junto con la ralladura de limón, entonces tendrás que empezar a batir la mezcla con varillas eléctricas a la vez que incorporas la harina junto con la levadura. Por otro lado, deberás batir las claras a punto de nieve y cuando estén listas añadirlas a la mezcla con la ayuda de una espátula haciendo movimientos envolventes para que la mezcla se incorpore bien. Ahora solo quedará verter la masa en el molde previamente engrasado y hornear durante 30 minutos.

Truco para hacer pastel de yogur

El truco que no falla para que el pastel de yogur quede esponjoso está en separar las claras de las yemas, y batir muy bien las yemas con el azúcar hasta que doblen su volumen y adquieran una textura muy cremosa. El resto de la receta es tan simple como ir incorporando poco a poco los demás ingredientes, montar las claras a punto de nieve, y hornear el pastel.

Ingredientes paraTarta ligera de yogur griego: súper esponjosa y lista solo en ¡5 minutos!

  • 4 huevos
  • 70 gramos de azúcar
  • 350 gramos de yogur griego sin azúcar
  • 40 gramos de harina de maíz
  • 4 gramos de levadura química
  • Ralladura de limón
  • 1 cucharadita de esencia de vainilla (opcional)

1. Bate las yemas con el azúcar

Precalienta el horno a 170ºC. Casca los huevos y separa las yemas de las claras. Vierte las yemas en un cuenco amplio, agrega el azúcar, y bate con la ayuda de unas varillas eléctricas unos minutos hasta que las yemas queden bien integradas con el azúcar y hayan doblado su volumen. El resultado debe ser una mezcla cremosa y homogénea.

2. Agrega el yogur

Añade el yogur, y la ralladura de limón, y remueve de nuevo con las varillas hasta que el yogur quede perfectamente integrado. Vierte la esencia de vainilla, y mezcla de nuevo.

3. Añade la harina de maíz y la levadura

Mezcla en un cuenco pequeño la harina de maíz y la levadura, y agrega esta mezcla a la preparación anterior mezclando bien con las varillas hasta obtener una crema lisa y homogénea.

4. Monta las claras a punto de nieve

Con ayuda de las varillas eléctricas, bate las claras hasta que queden bien cremosas y a punto de nieve.

5. Termina la masa del pastel

Agrega las claras montadas a punto de nieve al pastel, y remueve poco a poco con una espátula de silicona haciendo movimientos envolventes hasta que queden totalmente integradas.

6. Hornea el pastel

Humedece ligeramente una lámina de papel sulfurizado, arrúgalo con las manos, estíralo de nuevo, y forra un molde desmontable redondo. Vierte la mezcla del pastel dentro del molde y hornéalo durante 30 minutos. Apaga el horno, deja abierta la puerta, y deja reposar el pastel 15 minutos más.

7. Desmolda el pastel

Coloca el pastel sobre una rejilla y deja que se temple antes de desmoldarlo cuidadosamente, y servirlo espolvoreado con un poco de azúcar glas.

En este caso te proponemos que una vez horneado y habiendo dejado un tiempo para que se enfríe y poder decorar espolvoreando azúcar glas. Es la decoración básica, pero tienes infinidad de opciones y te animamos a dejar volar tu imaginación para conseguir una decoración que le dé más sabor a nuestro bizcocho y que quede precioso estéticamente.

Si lo preparas para los más pequeños para merendar, puedes partir por la mitad el bizcocho y rellenarlo con crema de chocolate y avellanas o con nata o alguna mermelada, también puedes evitar rellenar el pastel y solo cubrir la parte superior. Otra opción es decorar con pepitas de chocolate, con pepitas de colores, frutos secos, galleta molida, merengue...

Como bien hemos comentado anteriormente, existen un sinfín de opciones y como decoras tu bizcocho, es tu decisión. ¿Con qué te animas?

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