Los pasteles con base de hojaldre son un recurso infalible cuando vienen a cenar amigos a casa y no quieres complicarte demasiado la vida. Quedarás como un auténtico chef y no te llevará casi esfuerzo porque la mayor parte del trabajo la hace el horno. En este caso, rellenamos el pastel con setas, gambas y puerros salteados con ajo y aceite . También añadimos huevo y nata líquida para conseguir una consistencia suave y cremosa, casi como si fuera una quiche. Una de las particularidades de esta receta y lo que le da un toque realmente distintivo es que se sirve con un aliño elaborado con mermelada de arándanos. ¿Es imprescindible? No, pero será lo que marque la diferencia con otros pasteles de hojaldre clásicos así que te recomendamos que no te lo saltes. No obstante, puedes hacerla a tu manera con otro tipo de mermelada que tengas. Mejor siempre si es de frutos rojos como frambuesas o moras, aunque comprueba primero que no tenga un sabor excesivamente dulce. Si te animas, puedes hacer este pastel con un hojaldre casero aunque con uno comprado bastará, sobre todo si lo que buscamos es una receta con la que no complicarnos demasiado. Como solo lleva una lámina a modo de base, no influye demasiado en el sabor. Si quieres, puedes añadir una segunda capa a modo de "tapa" cortada con alguna forma bonita usando un cortapastas o superponiendo tiras de hojaldre para hacer un enrejado. Consejos: Forra la bandeja en la que vayas a hacer el pastel con papel sulfurizado en lugar de pincelarla con mantequilla para que desmoldarlo y luego limpiarla sea mucho más sencillo. Eso sí, procura que no sobresalga demasiado por los lados y que en ningún caso toque el grill del horno porque podría quemarse. Este pastel admite todo tipo de ingredientes . Puedes sustituir las gambas por tiras de panceta, elegir el tipo de setas que prefieras, cambiar el puerro por cebolla, incluso caramelizada quedará de maravilla... sé creativo y adáptalo a tus gustos y a los de tus comensales . ¡Es la gran ventaja que tiene este tipo de plato!