No es limón: el ingrediente infravalorado que le añado a mi cheesecake para potenciar su sabor

Te encantará el toque intenso de esta tarta de queso. Además, es una receta facilísima con base de galletas y una crema suave y delicada.

Isabel Zuñiga
Isabel Zúñiga

Redactora especializada en recetas de cocina

Ginger cheesecake
Istock
6 personas
30 min

4

(1 voto)

Temporada:

Todo el año

Técnica:

Horno

Tipo Plato:

Postres

Precio:

€ €

Dificultad:

Fácil

Me pierden las tartas de queso, todas ellas. No me canso de hacerlas y de transformarlas experimentando tanto con distintos tipos de queso como con salsas de variados sabores. Lo que sí tengo que confesar es que nunca la había probado con jengibre, hasta que una amiga me dio la idea. Ya te adelanto que el resultado me encantó, así que aquí tienes la receta del ginger cheesecake para poder probarla cuando te apetezca. 

Como la mayoría de las tartas de queso, lleva dos elaboraciones: por un lado, la base y por otro el relleno. Una tercera sería la cobertura, en caso de decidir sustituir la mermelada por un coulis o salsa de frutas casero. Para hacer la tradicional base de tartas, tendrás que desmenuzar las galletas y mezclarlas con mantequilla, para tener así una base compacta y resistente.

En este caso utilizaremos galletas de jengibre porque justo es ese sabor el que buscamos, pero aquí tienes otras ideas con base de galletas igual de apetecibles: tarta de galletas de la abuela, tarta de galletas y chocolate negro sin horno, tarta fría de galletas con dulce de leche o tarta de mandarina, galletas y queso, un postre muy vistoso, resultón y refrescante.

En cuanto al jengibre, lo ideal es que lo utilices fresco, que no te costará nada encontrar en la mayoría de establecimientos de alimentación. Como te sobrará, puedes usarlo en otras recetas como tartar de frutas al jengibre, galletas navideñas de jengibre, sopa de cúrcuma y jengibre con garbanzos, velouté con arroz y tofu ahumado al jengibre, smoothie de jengibre y mango y osobuco de pavo con piña y jengibre. Como ves, todos ellos son muy buenos ejemplos de lo versátil que resulta el jengibre y el juego que te puede dar en cocina. 

Ingredientes paraNo es limón: el ingrediente infravalorado que le añado a mi cheesecake para potenciar su sabor

  • 20 galletas de jengibre
  • 200 gramos de queso crema
  • 75 gramos de mantequilla
  • 30 mililitros de nata líquida
  • 2 huevos
  • 50 gramos de azúcar
  • Jengibre fresco
  • Mermelada de fresa
  • Fresas para decorar

1. Derrite la mantequilla

Lo primero que tienes que hacer es derretir la mantequilla en el microondas; suele valer con unos 15 segundos, estate pendiente para evitar que salpique el interior y manche las paredes y el plato giratorio.

2. Prepara la base de galletas

Para trabajar las galletas, hazlo de esta manera: desmenúzalas y mételas en una bolsa zip, cierra y pasa el rodillo por encima. Las tendrás listas en un santiamén. A continuación mézclalas con la mantequilla derretida hasta que obtengas una pasta. Engrasa ligeramente un molde redondo desmontable y reparte la base de galleta en él. Para que se asiente correctamente, presiónala; la idea es que quede homogénea. 

3. Elabora la crema

Mezcla los huevos, el azúcar, la nata líquida y el queso crema con unas varillas eléctricas. No hace falta que lo hagas en exceso, basta con que queden bien integrados y obtengas una mezcla homogénea.

4. Agrega el jengibre

Ralla un poquito de jengibre y agrégalo. Como es un poquito picante, te aconsejo que no te pases, más vale que vayas añadiéndolo poco a poco y vayas probando por si acaso.

5. Hornea la tarta

Precalienta el horno a 160 ºC. Vierte la preparación anterior sobre la masa de galletas y hornea 25 minutos. Apaga el horno pero no saques la tarta, deja que repose con la puerta entreabierta.

6. Desmolda y decora

Aligera la mermelada con un poquito de agua y mézclala bien. Lava las fresas sin quitar el rabito. Cuando veas que la tarta esté fría, desmóldala y decora con la mermelada y las fresas. Si tienes a mano hojitas de menta fresca, lávalas y agrégalas también. 

Más tartas de queso para chuparse los dedos

  • La tarta de queso y chocolate blanco cuenta con un plus de lo más interesante: ¡no necesita horno! Para el relleno necesitarás chocolate blanco, cuajada y queso crema. Como cobertura, una deliciosa mermelada de melocotón.
  • El queso cottage está de moda, como puedes comprobar en esta tarta de cottage, yogur griego y miel. Una receta más ligera que la habitual, sin azúcar y con mucha proteína. El único azúcar añadido es el glas que se utiliza para espolvorear, y que puedes obviar sin problema. 
  • ¿Eres chocolatero? Prueba esta tarta de queso marmolada de tres chocolates que tampoco lleva horno. Solo necesitas chocolate, unas láminas de gelatina y meterla varias horas en la nevera para que cuaje. ¡Está riquísima!
  • Por último, también te proponemos una tarta de queso en airfryer, para la que tan solo necesitas 3 ingredientes: ricota, huevo y eritritol. Saludable, ligera y rápida.
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