Las tartas saladas tienen algo especial. Son fáciles de hacer, muy versátiles y siempre quedan bien en la mesa, tanto si tienes invitados como si simplemente quieres darte un capricho sin complicarte la vida. Hoy te traigo una receta que cumple con todo eso: una tarta de espinacas con queso fresco y aceitunas negras. Suena sofisticado, pero en realidad es muy sencilla de preparar. La combinación de ingredientes es perfecta porque une lo cremoso del queso con el toque ligeramente amargo de las espinacas y el punto salado de las aceitunas. Además, con el hojaldre crujiente, el resultado es una delicia. Personalmente, las tartas saladas me recuerdan a esas cenas improvisadas en casa con amigos. Abres la nevera, ves qué ingredientes tienes y, con un poco de creatividad, sale algo delicioso. Y aunque esta receta es más planificada, sigue teniendo ese aire de comida casera fácil y resultona . Lo mejor es que puedes tomarla tanto caliente como fría, así que es ideal para preparar con antelación y disfrutar sin prisas. Por otro lado, si alguna vez has probado las spanakopitas griegas o el mítico quiche Lorraine , tan típico de la cocina francesa, seguro que esta receta te va a encantar. Tiene un poco de ambas, pero sin perder su propio carácter. Y lo mejor es que puedes hacer pequeñas variaciones para adaptarla a tu gusto. ¿No te gustan las aceitunas negras? Cámbialas por verdes o por frutos secos. ¿Prefieres un queso más potente? Prueba con feta o queso de cabra. Las posibilidades son infinitas. Consejitos extra para subir esta receta a otro nivel: Si quieres que el hojaldre quede aún más crujiente , puedes precocerlo unos 5 minutos antes de añadir el relleno. También es importante escurrir muy bien las espinacas después de escaldarlas para que no suelten agua y humedezcan demasiado la masa. Y si prefieres un toque más intenso de sabor , puedes añadir un poco de queso rallado por encima antes de hornear. ¿Se puede hacer con otras variantes? ¡Por supuesto! Puedes sustituir el queso fresco por ricotta o queso feta, que le darán un sabor más potente. Si te gusta el toque crujiente, añade piñones o nueces picadas a la mezcla. Y si las espinacas no son lo tuyo, puedes probar con acelgas o incluso con brócoli picado muy fino. En definitiva, esta tarta de espinacas con queso fresco y aceitunas es una de esas recetas que parecen más elaboradas de lo que realmente son . Una receta fácil y resultona. Con pocos ingredientes y un poco de mimo, puedes preparar un plato delicioso y vistoso que funciona tanto para una comida informal como para una ocasión especial. Además, es una opción vegetariana que gusta incluso a los que no son muy fans de las verduras. Así que la próxima vez que quieras sorprender sin pasarte horas en la cocina, dale una oportunidad a esta tarta . Estoy segura de que te va a encantar.